Lance Stephenson protagonizó ayer ante los Warriors un nuevo capítulo en su listín personal de episodios más curiosos que deportivos.
Al soplo en la oreja a LeBron James se ha unido el auto-golpeo que el escolta de Charlotte se propinó en un lance ante Harrison Barnes. Acto seguido, Stephenson se lanzó al suelo para intentar provocar la falta de su oponente.