El efecto McConnell salva a los 76ers de la eliminación

Podría haber sido una barrida, al estilo de la asestada por los Cavaliers a Toronto, pero Philadelphia la evitó ante su público y al menos ya puede decir que sabe lo que es ganar un partido a los Celtics en estos playoffs. Que dadas las circunstancias y la forma en que se ha desarrollado la serie de semifinales del Este no es poca cosa.

Triunfo de los 76ers, alegría para un público que se quedó atónito tras la inexplicable derrota, y la forma en que se produjo, del pasado sábado. Esta vez Philadelphia sí supo, repetimos, ganar y coloca el 3-1 en la serie (103-92). Ahora todo se mueve a Boston este jueves, donde los Celtics tienen la ocasión en el TD Garden de no alargar más el asunto.

Los 76ers salvan la primera bola de partido

Diríamos que si esto fuera tenis los 76ers marchaban antes del encuentro 40-0 y varios sets en contra y que ahora ha mejorado algo y caminan 40-15. Pero la espada de la derrota sigue siendo muy afilada y apenas nada ha cambiado para los de Brett Brown en el global de la serie. Necesitaban cuatro victorias seguidas y ahora necesitan tres y eso, ante estos Celtics, son palabras mayores.

El efecto McConnell

Brown, al que Brad Stevens le dio todo el crédito de la victoria, apenas usó de verdad a ocho jugadores. Una rotación marcada por la sorprendente titularidad de T.J. McConnell, quien en este curso solo había sido titular una vez en toda la Temporada Regular y ninguna en los playoffs. El base respondió a la confianza, en un envite de altura, sin arrugarse. Más bien al contrario, su trabajo y su efecto explica buen parte del triunfo de los Sixers. McConnell acabó con 19 puntos, récord profesional para él, además de 7 rebotes, 5 asistencias y un impresionante 75 por ciento en tiros de campo. Con él en pista, +18 para los Sixers. Y 0 pérdidas. Nadie se acordó de la ausencia repetida de Markelle Fultz.


El Wells Fargo Center se rindió a su héroe, a ese chico nunca elegido en el Draft que sin otra cosa que trabajo y trabajo, con algo de talento, se ha conseguido hacer un hueco en El Proceso. “Fue un momento muy especial”, apuntó el base tras una noche mágica, donde Joel Embiid, que se pegó con todo el mundo, firmó 15 puntos y 13 rebotes. Ben Simmons, 19 puntos, 13 rebotes, 5 asistencias y 2 robos y Dario Saric, 25 puntos, 8 rebotes, 4 asistencias, 1 robo y 1 tapón, completaron el buen servicio de los locales.

«El espíritu de los Sixers está intacto”, comentaba su entrenador tras salvarse del 4-0. Philadelphia demostró valor y encadenó bien el encuentro a partir del tercer cuarto (76-65). En Boston, que se puede permitir el desliz, de nuevo Jasyon Tatum confirmó su estado de gracia. Fue el mejor de los de Stevens, quienes tienen la historia a su favor. Ningún equipo que ha empezado 3-0 una serie ha caído eliminado en toda la historia de la NBA. El balance es de 129-0 en estos casos. El jueves veremos si el relato sigue por el mismo camino histórico o Philadelphia sigue desafiando a la propia historia de la liga.


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