Ver a Russell Westbrook jugando con Los Angeles Lakers no es sorprendente. Dentro del panorama NBA, casi ningún jugador pasa por alto una llamada para vestir el prestigioso oro y púrpura. Por ahí no hay preguntas, pero sí que aparecen al ver que Washington se ha desprendido de una pieza esencial en el esquema que les llevó a playoffs la pasada campaña.
Aunque los Wizards iniciaron realmente mal el curso 2020-21, la reacción del equipo en la segunda mitad de regular season fue sensacional. Russell Westbrook y Bradley Beal encajaron como pocos esperaban e incluso fueron capaces de ganar un partido a Philadelphia 76ers en primera ronda de playoffs. Sí, la base para un proyecto interesante parecía firme, pero esa misma fue mermada cuando Tommy Sheppard pulsó el botón verde para traspasar a Russ a Los Angeles Lakers. ¿Era algo buscado? De ninguna manera.
Acabada la anterior temporada, el general manager de los capitalinos conversó con Westbrook y este le trasladó su deseo de seguir jugando con ellos. No había dudas. La franquicia había encontrado un fantástico complemento para Beal y el MVP de 2017 se sentía realmente cómodo en tal contexto. ¿Por qué acabó traspasado entonces? Porque el destino eran los Lakers.
«Tuve una conversación sincera con Russell y era importante que los Wizards y yo supiéramos que él quería jugar aquí. Así nos los transmitió. Al único lugar al que saldría, si en algún momento se daba esa oportunidad, sería a los Lakers. Echo un ojo a su carrera de Salón de la Fama y a todo lo que hizo por nosotros y, ciertamente, siempre intentaré ayudar a un chico que ayude a los Wizards. En este caso, podíamos cerrar un trato. Él ayudó a los Wizards», explica el ejecutivo aChase Hughes de NBC Sports.
Estamos ante la clase de pacto que de manera extraoficial hace que fragüe una relación. Westbrook estaba bien en Washington, pero de igual modo tenía claro a sus 32 años que no podía dejar pasar la oportunidad de jugar bajo las estrellas de Hollywood. En Washington lo entendieron. Hoy ambos parecen estar contentos.
(Fotografía de Rob Carr/Getty Images)