Después de la tormenta llega la calma. Los Houston Rockets empezaron esta temporada en el punto de mira, con medio equipo en rebeldía, incluidas sus dos estrellas, Russell Westbrook y James Harden. No cabe duda de que el clima del equipo era hostil: declaraciones, filtraciones e imágenes delataban a un vestuario lejos de tener una buena química. Pero por suerte para las dos partes, los dos traspasos con los que perdían a sus máximos valedores salieron mejor de lo esperado. Además de ahorrar una gran cantidad de millones de dólares y ganar en movilidad salarial de cara a las próximas temporadas, los tejanos también consiguieron formar un gran grupo.
Victor Oladipo, John Wall, DeMarcus Cousins y compañía llegaron a los Rockets con la intención de reivindicarse y demostrar que todavía tienen cuerda para rato. Las lesiones que han lastrado a estos tres jugadores a lo largo de su carrera nos han obligado a tener pocas garantías en ellos. Pero desde el famoso traspaso están callando bocas y levantando una franquicia que parecía abocada a no competir durante una larga temporada. Cuatro victorias consecutivas suman los de Houston, liderados por un Oladipo que ha desempeñado un nivel All-Star en todas sus apariciones. El ex de los Magic y los Pacers no solo aporta su talento, sino que también ha dado ese toque de competitividad que parecía faltarle al grupo.
El rendimiento de Dipo en ambos lados de la cancha obliga a pensar si este será su paso definitivo para asentar de una vez su carrera. Al de Silver Spring se le ve disfrutando del baloncesto y creando una química especial con sus nuevos compañeros. Un aspecto que él mismo reflejó en rueda de prensa: «Me lo estoy pasando genial jugando con estos muchachos. Nos amamos y jugamos juntos. Cuando tienes un grupo de chicos con esa mentalidad, es difícil no llevarse bien. Feliz de estar aquí.»
Y es que hasta en las derrotas que han tenido con Oladipo en cancha, los Rockets han sido un hueso duro de roer. Resistiendo a parciales desfavorables, remontando partidos que parecían perdidos y llegando a finales ajustados sin tirar la toalla antes de tiempo. El dos veces All-Star también tuvo en cuenta este espíritu reivindicativo del equipo cuando atendió a los medios de comunicación: «Es un gran grupo de muchachos en este vestuario, muchos muchachos con rencor, con algo que demostrar. Tenemos hambre y seguiremos así».
(Fotografía de portada de Gregory Shamus/Getty Images)