“Todos mis amigos cercanos viven en Los Angeles. Estaba frustrado porque no me estaba divirtiendo en la pista. No te mentiré, decidí salir de fiesta, divertirme un poco. Y eso me devolvió la energía y en el siguiente partido contra los Clippers, hice más de 30 puntos (32) y al siguiente (Lakers) hice más de 40 (46), así que creo que se trata de divertirse y estar seguro de que puedo controlar lo que puedo controlar”.
Palabras de Joel Embiid recogidas por NBC Sports Philadelphia. El jugador de los 76ers no evita hablar de todo. Y en ese todo se incluye sus noches de fiesta en Los Angeles que le han sentado bien, no sólo en el plano personal sino también en el deportivo. Y es que, casualidad o no, las estadísticas no mienten. Desde que Embiid tuvo un poco de fiesta en la urbe californiana, ha firmado sus mejores números como profesional, incluida esa noche 46 puntos, 15 rebotes, 7 asistencias y 7 tapones ante los Lakers, una portentosa actuación que según ESPN Stats, fue la primera vez que la NBA registraba un partido en el que un jugador lograba al menos 45 puntos, 15 rebotes, 7 asistencias y 7 tapones desde que los tapones se empezaron a contabilizar en la temporada 1973-74.
5-1 de balance y diversión dentro y fuera de la pista
Desde que Embiid paseara por las noches angelinas, los 76ers han jugado seis encuentros, con un balance de 5-1 y esa única derrota bastante lógica y probable, como es el hecho de caer ante los Warriors. En el plano personal, en este 5-1 Embiid promedia 25,3 puntos, 10,3 rebotes y 2,2 tapones.
Embiid ya se divierte también en el parqué. “Trato de ser yo mismo, de divertirme y sé que eso va a venir. Sé que mis compañeros me van a encontrar siempre que traten de buscarme y que el entrenador va a ordenar jugadas para mí. Si no me divierto en la pista, no voy a jugar bien. Necesito divertirme, es fundamental para mí. Desde ahí, puedo ser dominante»
El ‘trash talk’
Ha sido otra de las facetas de Embiid en este inicio de curso. El trash talk, recurso tan utilizado por muchos jugadores como polémico, es una herramienta de la que se vale Embiid. Sin embargo, él niega que la iniciativa a la hora de ponerlo en práctica salga de él. “No suele suceder porque yo lo quiera. Es porque otros empiezan. Mejora mi juego porque sé que si me hablan mal, voy a contestar. Y eso aumenta mi nivel”.