Fournier decide el duelo entre Orlando y Phoenix

Los Orlando Magic protagonizaron una de las sorpresas de la madrugada al imponerse a uno de los equipo más en forma de la NBA. El cuadro de Florida venció por 112-111 a los Suns, segundos del Oeste, y sumó una nueva victoria de prestigio tras la lograda recientemente ante los Nets, demostrando que, pese a continuar hundidos en el tabla, cuentan con potencial para dar un susto incluso a los equipos de la parte alta.

Haber recuperado efectivos ha ayudado mucho en ese sentido a los de Clifford, y uno de los que ha vuelto en mejor forma es Evan Fournier. El francés, que se perdió cuatro partidos durante la racha de nueve derrotas que sufrió su equipo, ha destacado en anotación en las últimas jornadas, y en la de esta madrugada lo ha hecho por su capacidad para decidir el choque en el clutch. El escolta no solo anotó en el último cuarto 8 de sus 21 puntos, sino que fue además autor de la canasta que dio el triunfo a los suyos a falta de 6,4 segundos, penetrando con habilidad en la zona de los Suns y llevando el balón al aro con una sutil bandeja.

El galo terminó así como segundo máximo anotador de Orlando, ya que el líder fue una vez más Nikola Vucevic. El pívot, con 27 tantos y 14 rebotes, volvió a terminar como el hombre más destacado de los suyos, y fue también fundamental a la hora de que los Magic dieran la vuelta al choque en el último cuarto. Por su parte, Chuma Okeke fue el mejor de los suplentes con 17 puntos en 20 minutos, cifra a la que llegó gracias a su 100% de acierto en tiros de campo (4/4 en triples y 2/2 en tiros de dos), logro que empañó ligeramente fallando uno de sus dos tiros libres, quedándose así muy cerca de una noche perfecta.

En los Suns, la anotación estuvo muy centrada en cuatro jugadores: Devin Booker con 25 tantos, Chris Paul con 23, DeAndre Ayton con 21 y Jae Crowder con 17. Entre ellos sumaron una altísimo porcentaje de canastas de los suyos, lo que hizo que el quinteto inicial funcionase muy bien pero que las cosas cambiasen a medida que Monty Williams iba rotando a sus hombres. De hecho, Orlando ganó claramente el duelo de banquillos por 37-20, lo que les ayudó a dar la vuelta al choque siempre que Phoenix amenazaba con romperlo.

«Empezamos muy bien, pero siempre había algún bache» aseguró Booker. «Llegamos a conseguirventajas de unos 10 o 12 puntos en varias ocasiones, pero nunca logramos sentenciar el partido. Ellos supieron engancharse y terminaron mejor que nosotros».

(Fotografía de portada: Julio Aguilar/Getty Images)


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