Un frustrado Kristaps Porzingis evita reunirse con Phil Jackson

El siempre esperado día antes del arranque de los playoffs estuvo mediáticamente dominado por un equipo eliminado desde hace semanas. La polémica rueda de prensa de Phil Jackson, en la que afirmó que Carmelo Anthony «estaría mejor en otro sitio», no es el único fuego a apagar en el Madison Square Garden. La teórica futura estrella del equipo, Kristaps Porzingis, dejó claro su malestar con la franquicia saltándose la tradicional reunión de final de temporada con su dirección deportiva, liderada por el propio Jackson.

Según ESPN, esta decisión de Porzingis se debe a su frustración por lo que percibe como una franquicia disfuncional, plagada de dramas y sin rumbo aparente. Los malos resultados deportivos sin acompañar (los Knicks han perdido los playoffs en las últimas tres temporadas) han acabado haciendo mella en su talento más prometedor. En 2016-17, y pese a jugar solo 66 partidos por diversos problemas físicos, Porzingis promedió 18,1 puntos, 7,2 rebotes y 2,0 tapones.

«¿En serio?»

El malestar del ala-pívot letón con Phil Jackson ya se reflejó en las redes sociales. Tras la rueda de prensa del presidente de los Knicks, Carmelo Anthony colgó un irónico post en sus cuentas de Instagram y Twitter, con el texto REALLY («¿en serio?»), dos emojis riendo y una foto de Leonardo DiCaprio en la película «El gran Gatsby» con pose expectante.

Porzingis reaccionó al post dándole al botón de «Me gusta» desde su cuenta de Instagram, al igual que su compañero Willy Hernangómez, y otras estrellas de la liga como LeBron James, Chris Paul o Dwyane Wade. Silenciosa forma de apoyar a Carmelo Anthony en una disputa con Phil Jackson que explotó con toda su crudeza este mismo viernes.

Casos diferentes

Pero la situación de Porzingis y Anthony es muy diferente. Mientras que la veterana estrella tiene claramente las puertas abiertas para dejar la franquicia, una decisión que depende de él al tener derecho de veto en cualquier traspaso, el joven ala-pívot de 22 años es virtualmente intocable en New York. Con dos años más de contrato, más el derecho a igualar cualquier oferta cuando salga al mercado, los Knicks se agarrarán con uñas y dientes al que es ya uno de los jugadores más populares de la Gran Manzana.

El inicio de la post-temporada debería servir para aliviar fricciones, al menos entre Porzingis y los Knicks. Pero el malestar del ala-pívot, quien ha mantenido un perfil bajo durante la turbulenta temporada de la franquicia, es sintomático de un problema de organización que va más allá del drama de Carmelo Anthony. Incluso en vacaciones, los Knicks no consiguen eliminar su imagen de franquicia disfuncional.


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