La G League, que arrancó su 17ª temporada este viernes, no sólo es un escenario para que jóvenes jugadores traten de andar su camino hacia la NBA, sino que se revelado también como ese lugar de las oportunidades para aquellos que con una buena carrera detrás pretenden retomar el hilo competitivo. Y quizá, de fondo, la NBA vuelva a llamar a sus vidas.
Es el caso de Emeka Okafor y de Kendrick Perkins, que este fin de semana han vuelto a jugar un partido oficial después de muchos años. Okafor, que ya había trabajado en el reciente training camp de los 76ers, decidió quedarse en su equipo vinculado, los Delaware 87ers. Con ellos debutó a sus 35 años en la G League. Ya había jugado en pretemporada con Philadelphia, pero el duelo del viernes ante los Maine Red Claws, con victoria para estos últimos (118-109), fue su primera aparición oficial desde el curso 2012-13.
Okafor, Novato del Año 2005 y machacado por una hernia cervical que le ha dejado fuera de circulación casi un lustro, jugó de titular con los 87ers y en 18 minutos y medio firmó 7 puntos, 13 rebotes, 1 asistencia y 2 tapones, con 3/5 en tiros de campo y 1/2 en tiros libres.
Doble-doble para Perkins
Otro que desea volver a la NBA es Kendrick Perkins, quien se estrenó en la G League en el duelo que sus Canton Charge, el vinculado de los Cavaliers, perdieron ante los Greensboro Swarm (123-88). Perkins trabajó notablemente en la pretemporada con Cleveland y llegó, en palabras de Tyronn Lue, en una forma espectacular. Sólo el exceso de jugadores en la plantilla le dejó sin ficha en la NBA. Cleveland le ofreció a cambio un puesto en el cuerpo técnico pero él prefirió jugar al baloncesto, aunque para ello tuviera que debutar en la G League.
Y lo hizo de manera notable, confirmando que está fino a sus casi años 33 años. Tras una temporada en blanco, el campeón de la NBA 2008 hizo doble-doble con 15 puntos y 12 rebotes en 25 minutos. Además, añadió 1 asistencia y 3 tapones.