No es casualidad que de los 916 puntos que llevan los Grizzlies en esta temporada, 399 hayan corrido a cargo de su banquillo. Un 43,5 por ciento la anotación en Memphis corre a cargo de jugadores que no han sido de la partida titular. Ayer, frente a los Clippers, nueva demostración de valía de la segunda unidad, que firmó 55 de los 113 puntos del triunfo de los Grizzlies en Los Angeles (104-113).
Además de Marc Gasol y de Mike Conley, 21 y 22 puntos respectivamente, desde el banquillo anotó con profusión Tyreke Evans (20), y Mario Chalmers (12), Brandan Wright (13) y Chandler Parsons (10) estuvieron notables de cara al aro. Esa fuerza de los suplentes hizo muchos estragos en unos Clippers donde su banquillo sólo aportó 22 tantos, casi todos capitalizados por ese experto sexto hombre que es Lou Williams (13). Blake Griffin, 30 puntos y 11 rebotes, fue el mejor de los angelinos, que con 5-3 se colocan justo por debajo de los Grizzlies, 6-3 y cuarta posición del Oeste para los de Tennessee.
After being out last game with a sore achilles, @mconley11 was back & led us to an afternoon hoops victory! pic.twitter.com/HHgOTSicR1
— Memphis Grizzlies (@memgrizz) 5 de noviembre de 2017
Evans, el mejor exponente
Iba para gran estrella, pero se quedó en un muy buen jugador, lo que no es poco en la NBA. A sus 28 años, Tyreke Evans se ha adaptado muy bien a su rol de suplente en los Grizzlies, donde no ha sido titular en ninguno de los 9 partidos que ha jugado. Siempre con el duelo comenzado como señal para su intervención, acumula 145 puntos, lo que le da un promedio de 16,1 tantos por velada, algo a lo que no se acerca desde la 2014-15. El escolta es el mejor exponente de esa calidad en el banquillo de los Grizzlies, que se está antojando imprescindible para que figuras como Gasol y Conley no carguen exclusivamente con el protagonismo.