Últimas horas de estancia de Carmelo Anthony en Sudáfrica, donde ha viajado como parte de la Asociación de Jugadores de la NBA. Cuando regrese del continente africano, Carmelo materializará el acuerdo verbal que tiene con los Rockets sobre el papel y se convertirá en nuevo jugador de la franquicia texana. Lo hará por un año a cambio de 2,4 millones de dólares, el mínimo de veterano para un jugador con 10 o más temporadas de experiencia en la NBA.
Desde que fuera traspasado hace casi ya un mes por los Thunder a los Hawks, se inició un farragoso proceso por el cual el jugador debía desvincularse de Atlanta, una vez completado el traspaso desde OKC, para convertirse luego en agente libre. Carmelo dejó los Hawks vía buy out hace unos días, pero el hecho de estar en el citado viaje en Sudáfrica ha retrasado todo.
Con los brazos abiertos
Sin embargo, su incorporación a Houston se da por segura y algunos de los que serán sus compañeros ya empiezan a valor el fichaje de Carmelo y lo que se encontrará en el vestuario de los actuales subcampeones del Oeste. Uno de ellos ha sido Gerald Green, que encontró su sitio en Houston a finales de 2017.
“Creo que los Rockets le va a aceptar con los brazos abiertos como hicieron conmigo”, aseguró Green desde Pasadena, donde se encuentra en actos sociales con niños y niñas. En sus palabras, recogidas por el periodista Mark Berman, Green comparó la llegada de Carmelo con la suya, producida algunos meses atrás. “Si me aceptaron a mí y no hice nada, créeme que vamos a aceptarlo. Houston va a acogerlo”.
Para Green, Carmelo es “un futuro miembro del Salón de la Fama. Me encanta. Es un jugador contrastado que no creo que haya tenido a su lado a un base como Chris Paul. No creo que haya jugado antes con un anotador como James Harden. Va a funcionar. Quiero que sea Melo”.