Todas las alarmas se encendieron cuando Giannis Antetokounmpo se echó al suelo a sujetarse la parte baja del gemelo sin sufrir ningún contacto previo. La lesión, aparentemente inocua, recordaba al gesto que se suele ver en roturas totales o parciales del Aquiles. Lo cual habría dicho adiós a la temporada del griego. Por suerte para los Bucks, la resonancia magnética ha descartado cualquier problema en tan dichoso tendón.
El alma de Milwaukee sufre una distensión en su pantorilla, lo cual le tendrá apartado de las canchas de una a dos semanas dependiendo de cómo se de la rehabilitación. Es decir, que su regreso sucedería mediada ya la primera ronda de los playoffs del Este.
Antetokounmpo venía arrastrando problemas en el tendón de la corva durante las últimas semanas. Aunque sólo le han hecho perderse tres partidos en el último mes, Doc Rivers ha admitido en alguna ocasión que le ha visto jugar mermado. Por supuesto, esta lesión no está estrechamente relacionada con la anterior y el informe médico no revela que haya influido.
A pesar de su mala temporada regular (su victoria ante los Celtics ayer rompía una racha de cuatro derrotas para dejarles a 14 partidos de Boston) siguen siendo uno de los favoritos de su conferencia. Condición para la cual, evidentemente, necesitan a Giannis sano.
(Fotografía de portada de Stacy Revere/Getty Images)