Dos días después de pasar por Cleveland como un ciclón, los Warriors también arrasaron en su visita al United Center. Golden State se impuso por 94 a 125 a los Bulls en la cancha que vio tantas veces jugar al equipo que logró las 72 victorias, el ansiado número que persiguen los actuales campeones.
El conjunto de Luke Walton encarriló la noche prácticamente doblando en el marcador a su rival en el primer cuarto (34–18) y a partir de ahí se dedicó a ir aumentando la distancia y controlar el partido.
Stephen Curry dirigió las operaciones con 25 puntos, 11 asistencias y 7 rebotes en 34 minutos de juego, con las aportaciones de Klay Thompson con 20 puntos y Harrison Barnes con 19. Darymond Green, poco incisivo en los lanzamientos, se quedó en 6 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias.
Un partido para el olvido
De Chicago se puede rescatar el partido de Derrick Rose con 29 puntos y Jimmy Butler con 23 tantos, aunque el escolta tuvo el dudoso honor de ser el peor jugador de los locales en la estadística +/- con un –28junto a Doug McDermott. El resto, salvo Bobby Portis y E’Tawn Moore, no estuvieron a la altura.
Los Bulls apenas pudieron robar cuatro balones en toda la noche, repartieron 24 asistencias menos que los Warriors (38–14) y, el dato más sangrante de todos, solo consiguieron anotar un triple de veinte intentos.
“Es vergonzoso”, reconoció Rose. “Dejamos de comunicarnos en la pista. Lo único que podemos hacer es aprender”.
Horribles Gasol y Mirotic
Mención especial merecen los dos jugadores de la Selección Española miembros de los Bulls. Pau Gasol completó uno de los peores partidos de su carrera al fallar los ocho tiros que intentó y quedarse en 1 punto y 8 rebotes.
Por su parte Nikola Mirotic no se quedó atras. Falló los cinco tiros que lanzó, no consiguió anotar y lo único positivo que aportó fueron 4 rebotes, 2 asistencias y 1 tapón en 14 minutos en cancha.