Green confiesa que la sanción por discutir con KD le hizo considerar su posición en los Warriors

El jugador lamenta profundamente el daño que eso causó a su relación con Durant

Por difícil que resulte escucharlo, Draymond Green pudo llegar a considerar un repliegue de la que ha sido, hasta la fecha, la franquicia de toda su vida en la NBA, los Golden State Warriors.

El ala-pívot confesó recientemente que llegó a plantearse si merecía la pena seguir en la Bahía después de la sanción, de un partido, que la organización le impuso tras su discusión con Kevin Durant durante la temporada pasada. Corría el mes de noviembre en el curso 2018-19, los Warriors sumaban victorias con facilidad pero la química parecía lejos de la de otros años y las tensiones no tardaron en arraigar en un vestuario atestado de machos alfa.

Después de un encuentro ante los Clippers que acabó en derrota y colocó al equipo 11-3, Green y Durant compartieron una embravecida discusión que empezó en la pista y se replicó dentro del vestuario, con semblante más airado. En aquel momento, algunos círculos bautizaban la riña como el principio del fin de aquel gran equipo; pudo no faltar razón del todo a los agoreros, pues ese pudo ser uno de los puntos de inflexión después de los cuales Kevin Durant se sintió más desconectado que nunca de sus compañeros. En especial de Green, que siempre había sido un gran apoyo, todo «un hermano» para él dentro del equipo, según la versión del ’23’.

Draymond Green se sintió dolido tras la suspensión aplicada por parte de Bob Myers, presidente de la franquicia, desde varios frentes. Para empezar, el suyo, personal e intransferible. Sintió su orgullo de compañero y profesional manchado. Y no le daba en las narices lo de disculparse.

«Empecé a decirme a mí mismo como ‘wow, Bob se está volviendo contra mí. Y yo pensaba, ‘vale, OK, ¿no es este el mismo tío que he conocido durante todos estos años? ¿Se está volviendo contra mí? Empecé a decirme todo este tipo de cosas y luego todo el mundo tenía la versión de que los Warriors se habían puesto de parte de Kevin Durant. Eso fue lo peor para mí, porque mucha gente no me entiende, pero Bob sí lo hace», pudo confesar recientemente Draymond Green, en una entrevista en el podcast The Woj Pod de Adrian Wojnarowski, al mismo tiempo que intervenía en la conversación el aludido Bob Myers.

Los Warriors sancionaron a Green con un partido de suspensión (también castigo salarial) tras la reyerta con Durant, lo cual fue una decisión directa de Myers.

«Solo tenía que haber aceptado que estaba equivocado. Y una vez que pude ver más allá de mi tozudez y aceptar que estaba equivocado, pude seguir adelante. Perdí la confianza de Durant. No solo me afectó por poner en peligro el ganar partidos o campeonatos, de veras yo quería al tipo, sentía como que era mi hermano. Y no saber qué vendría después en nuestra relación me molestó más», podía añadir Green, que no se disculpó en su debido momento con KD y eso erosionó los pilares maestros de los Warriors campeones en 2018.

Pudo ser, con una creciente certeza, el principio del divorcio.

Su relación con Durant, principio del fin

«Bob (Myers) y Kerr me decían que tenía que disculparme con Kevin, antes de que recibiera la sanción. Yo dije que no, que no iba a hacerlo porque todo el mundo me dijera que tenía que hacerlo. Y no lo hice. Nunca me disculpé con él hasta que me enfrenté a mí mismo. No solo porque en algunos partidos las cosas no estuvieran fluyendo bien. Más porque vi en la cara de mi hermano algo que no había visto antes. Él estaba realmente herido. Eso es lo que me afectó más que ninguna otra cosa», seguía confesando Draymond Green.

Para gente con una comprensión lectora y contextual promedio, este capítulo pudo suponer una de las primeras piedras en la separación posterior de Durant y Golden State. No hablamos solo de que eligiera otro destino en el mercado veraniego, los Nets, sino de declaraciones posteriores del dos veces MVP de las Finales como que nunca se sintió totalmente integrado con el resto de sus compañeros durante sus años en la Bahía.

Suceden conexiones neuronales extrañas dentro de Kevin Durant, cada vez más a menudo de hecho, sin embargo sí parece claro que la discusión con Draymond Green le hirió tanto como para empezar a pensar de veras en una huida y nuevo proyecto.

Grandes amigos

El conato de enfrentamiento entre ambos camaradas pareció haber empezado antes y fue algo que los técnicos y directivos no pudieron parar, aunque estuviera delante de sus ojos. «¿Podríamos haber actuado de manera diferente? Creo que yo podría haberlo manejado de otra manera. Si tuviera que volver atrás, no hubiera sido el después, hubiera sido el antes», podía declarar Bob Myers en The Woj Pod, destapando que las fricciones habían aparecido antes y habría que haberlas afrontado de modo distinto.

«Lo que la gente no sabe es que Kevin y Draymond van a ser probablemente grandes amigos. Lo serán para el resto de sus vidas», añadía Myers; versión también apoyada por Green, quien asegura no estar nada de acuerdo con que KD no fuese uno más durante su etapa al mando de los Warriors.

«Lo que más me molestaba era cuando Kevin estaba en los medios y decía que no era parte de nosotros. O que era diferente a nosotros. Él era parte de nosotros. Eso me enfada», podía concluir Green.

Así, conocemos gracias a estos valiosos testimonios un poco más de la posible precuela que empezó a tambalear la edificación más grande del último lustro. Aquella discusión entre Green y Durant pudo salir carísima en la Bahía. Ya lo ha hecho, se podría decir.

(Fotografía de portada: Ezra Shaw/Getty Images)


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