Este mismo lunes, la semana NBA ha levantado la persiana con determinación. Primero de los galardones individuales ya concedidos y el agraciado ha sido Kawhi Leonard, Defensive Player of The Year. Draymond Green, segundo en la votación, ha esbozado su opinión al respecto.
«Me sentí robado el año pasado, pero no me siento robado este año», manifestó el ala-pívot de los Golden State Warriors, y replicó el periodista Ethan Strauss, de ESPN.
Su sentido de la injusticia pasada sigue latente debido a que el pasado curso Leonard (también ganador del premio) disputó bastantes menos partidos que él (64 encuentros a 79 de Green). También (seguro), Green considerará que sus esfuerzos defensivos puntuaron más alto que los del alero de los Spurs.
Esta temporada, sin embargo, entierra las hachas dialécticas en favor del alero de San Antonio. Aunque no todo iban a ser declaraciones en público.
Whiteside, taponado
La tercera bala más valiosa para la votación a Jugador Defensivo del Año, en cambio, sí se considera un damnificado.
Hassan Whiteside dijo sentirse olvidado, mostrando su descontento por no haber ganador en lugar de Leonard.
«He sido tercero. Estoy acostumbrado a no obtener crédito por las cosas que hago. Estoy acostumbrado a que me pasen por alto, lo han hecho durante toda mi vida… Dejé estadísticas que nunca habíais visto… No voy a decir nada sobre eso», dijo el pívot y se hizo eco Jason Lieser, del Palm Beach Post.
Más Mejorado
Finalmente, el pívot de Miami también se descalificó intencionadamente para el Most Improved Player of the Year. «No lo ganaré. No ganaré nada. Probablemente nunca gane ninguno de los dos (galardones). Yo no gano premios», alzó la voz el pívot de los Heat.
Esta temporada regular recién consumida, Whiteside lideró la gráfica de tapones por partido, con 3,7 por noche. El segundo clasificado fue DeAndre Jordan con 2,3. Monarca absoluto robando ilusión por los aires, a Whiteside sí se le achaca su, a veces, delgado sentido de la defensa colectiva.