La serie que disputan San Antonio Spurs y Houston Rockets apenas ha hecho más que empezar. Se han disputado dos partidos, los cuales han servido para demostrar que las fuerzas están igualadas, y aunque Tony Parker no jugará en lo que resta de playoffs, es imposible saber quién acabará llevándose el gato al agua.
Esa perspectiva puede cambiar en cuestión de horas. Aunque cuando termine el primer choque en Houston el dominio de cualquier de los dos equipos no superará un corto 2-1, es este partido, el tercero de una eliminatoria que marcha igualada, el que marca casi de manera definitiva el resultado final para San Antonio. Lo explicamos.
Desde que Gregg Popovich dirige a los Spurs, estos han estado 1-1 en una serie a siete partidos en 30 ocasiones. En 22 de ellas se colocaron 2-1 arriba consiguiendo llevarse la victoria final en 17 veces. Sin embargo, de las 8 ocasiones en las que se situó 1-2, solo en dos terminó como vencedor.
¿Cuestión de defensa?
Si hay algo que marcó la diferencia entre el primer y el segundo partido de esta semifinal de conferencia fue la defensa de San Antonio. Los Spurs, después de encajar 126 puntos en el Game 1, dejaron a Houston en solo 96 en el Game 2. Para ello, reducir el acierto desde la línea de tres puntos de los de Mike D’Antonio a un 32,4% fue clave.