Buenas noticias, a medias, para los Clippers. Después de que saltasen las alarmas al escuchar como Doc Rivers aseguraba que la lesión de Blake Griffin no tenía buena pinta, los médicos han confirmado que solo se trata de un esguince en el ligamento colateral medial de su rodilla izquierda; es decir, su baja debe extenderse durante unas ocho semanas, tal y como ha señalado Adrian Wojnarowski de ESPN después de que David Aldridge adelantase el diagnóstico.
Decimos unas ocho semanas porque ahora hay que dictaminar el alcance exacto de la dolencia para calcular el tiempo de recuperación. Lo que ha quedado plenamente descartado es que haya riesgo de que se pierda el resto de la temporada, un alivio para los californianos, que ya se temían lo peor.
La lesión se produjo durante el último cuarto del partido que los Clippers vencieron 120-115 ante los Lakers. Griffin peleaba por un balón con Lonzo Ball cuando Austin Rivers, con intención de ayudar a su compañero, terminaba por caer sobre su pierna.
Austin Rivers landed on Blake Griffin’s leg, he was able to limp off but left the game pic.twitter.com/8qsh1qnZs6
— CJ Fogler (@cjzero) 28 de noviembre de 2017
Escaso margen
La baja de Griffin, quien estaría de vuelta según las primera informaciones para finales de enero, supone un enorme contratiempo para un equipo que ya tenía problemas contando con su estrella. Con un récord de 8-11 gracias a tres triunfos seguidos, los Clippers deberán ahora luchar contra viento y marea. Beverley, Gallinari y Teodosic tampoco están y Lou Williams no puede meter 42 puntos (como hizo ante Lakers) cada noche. Los playoffs se siguen alejando.