Ganar no lo es todo, o al menos cuando en mitad de ese logro ves cómo tu mejor jugador cae lesionado y los gestos de dolor indican que igual hay que preocuparse. O, cuanto menos, realizar pruebas para ver qué ha sucedido.
Durante el triunfo de los Clippers ante los Lakers, Blake Griffin cayó lesionado en su rodilla izquierda y tuvo que abandonar el encuentro en el último cuarto. Al acabar el partido, Doc Rivers fue abordado por los medios para conocer el estado del jugador y, por lo que indica el técnico, la cosa no tenía el mejor de los aspectos.
“No tenía buena pinta. Pero de momento tenemos que esperar y ver qué sucede”, comentó Rivers. “Pude verlo claro cuando sucedió. Lonzo intentaba hacer una jugada, y ahí fue cuando Griffin entró. Pero lo sabía inmediatamente [que tendría que dejar la cancha]. Luego Blake nos dijo que estaba OK. Pero él no podía moverse, así que decidimos sacarle del partido”.
La jugada de la que habla Rivers ocurrió a falta de menos de 5 minutos para finalizar el encuentro. Lonzo Ball se internaba en la pintura de los Clippers cuando Griffin intentó se cruzó en su camino; la bola quedó dividida y ambos jugadores se echaron al suelo para recuperarla. Ahí apareció Austin Rivers para ayudar a su compañero, pero al tirarse al suelo se llevó la rodilla de Griffin.
Aunque Grffin intentó permanecer en pista en la siguiente posesión de los Clippers, su estado físico hacía imposible que pudiera jugar. Hoy será evaluado para conocer el alcance exacto de la lesión.