La temporada se cerró de forma dolorosa para Atlanta tras su cuarta derrota y definitiva ante Cleveland. Tras un año de retroceso respecto a la anterior campaña, donde acabaron como finalistas del Este, los Hawks se preparan para un complejo verano con su jugador con más años en la franquicia a punto de salir al mercado: Al Horford.
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El pívot dominicano será agente libre a sus 29 años y con las Finales del Este de 2015 (perdidas con otra barrida de Cleveland) como lo más cerca que ha estado del anillo. Tras 9 temporadas, 3 de ellas como All-Star, la posibilidad de dar por cerrada su etapa en Atlanta e intentar perseguir el anillo en otro proyecto sobrevoló la rueda de prensa posterior a su eliminación ante Cleveland. «No estoy pensando en ello», respondió Horford. «Acabamos de sufrir una dura derrota. Mi principal prioridad mañana es reunirme con el equipo y los entrenadores por última vez (esta temporada) y desde ahí encontrar cómo podemos ser un mejor grupo».
Una referencia en Atlanta
La tradicional entrevista de final de temporada entre jugadores y dirección deportiva de la franquicia (cuya cabeza visible es el propio entrenador Mike Budenholzer en calidad de presidente) medirá de forma interna la temperatura de la relación entre Horford y su único equipo hasta ahora como profesional. Aunque los Hawks dieron pistas durante el pasado mercado de traspasos sobre la posibilidad de hacer cambios importantes en el núcleo del equipo, la relación especial desarrollada con los años entre Horford y la ciudad de Atlanta jugará a favor de su continudad.
«Significa mucho», admitió Horford sobre su etapa en Atlanta. «Estoy establecido aquí con mi familia. Todos vivimos aquí. Pasamos aquí el verano y vivimos aquí durante todo el año. Estoy muy agradecido con toda la gente de aquí. Me han acogido desde el primer día, me quisieron incluso pese a ser un Gator (jugador de la rival universidad de Florida). De verdad, amo esta ciudad».
Palabras de cariño de Horford, convertido ya en uno de los jugadores más identificables de la historia de la franquicia desde su traslado a Atlanta en 1968. Pero el amor por la ciudad no será el único factor para la continuidad del pívot dominicano. Mejorar un proyecto hasta ahora incapaz de convertirse en un candidato indiscutible al anillo será necesario para retener al que será uno de los pívots más cotizados de la próxima agencia libre.