Si algo dejó claro el primer partido de la seria entre Knicks y Pacers es que están muy igualados. Tras una espectacular batalla todo se acabó decidiendo en las últimas acciones del encuentro, la cuales –no sin polémica– terminaron coronando a los neoyorquinos por 121-117.
Cerrado ese primer capítulo, ambos equipos tienen sin duda motivos para ser optimistas. Los de la Gran Manzana están por delante y mantienen el factor cancha. Los de Indianapolis estuvieron muy cerca de ganar y además la diosa fortuna de las lesiones les está sonriendo, ya que su rival ha conocido después del Game 1 que Mitchell Robinson no podrá jugar en lo que resta de temporada.
Si bien Robinson no es el jugador más importante de los Knicks, sí supone un nuevo golpe a la rotación de Tom Thibodeau, quien en el primer choque contra los Pacers jugó con sólo ocho jugadores, teniendo en pista a Josh Hart los 48 minutos que duró el encuentro.
Con tales datos, Tyrese Haliburton señala que Indiana debe centrarse en aprovechar su mayor profundidad para desgastar lo máximo posible a su rival. «Somos un equipo bastante profundo. Probablemente el más profundo de la liga, así que estamos tratando de usar eso a nuestro favor levantándonos, presionando y tratando de desgastar a estos muchachos tanto como podamos durante una serie que tiene siete partidos», explica.
(Fotografía de Sarah Stier/Getty Images)