¿Hemos sido ilusos? Quizás. Hace escasos días Adrian Wojnarowski de ESPN hablaba de la tensa calma que se vivía en Philadelphia. James Harden estaba con el equipo y todo parecía caminar sobre la mesura; sin embargo, el mismo periodista explicaba que el MVP de 2018 podía cambiar de parecer en cualquier momento y apostar por la rebeldía en busca del pretendido traspaso. Pues bien, ese día ha podido llegar.
Según adelantaba Shams Charania de The Athletic, quien ya había dicho que Harden solo había entrenado una vez con el equipo en 14 días, La Barba no ha estado con sus compañeros desde el domingo y directamente no se ha presentado a los últimos entrenamientos… La situación ha cogido plenamente por sorpresa a los 76ers, quien esperaban verle hoy, ya que el jugador en ningún momento ha avisado de su ausencia.
Pese a que desde la organización de Pensilvania tienen claro que se trata de una «ausencia injustificada», darán al jugador la oportunidad de explicarse antes de decidir cómo manejar cualquier castigo, comenta Ramona Shelburne de ESPN, quien añade que el jugador estaría muy frustrado por la falta de progreso hacia un intercambio con los Los Angeles Clippers.
La realidad es que a esta hora no se sabe nada más. En el equipo no saben cuándo volverá o si piensa hacerlo; si bien hace poco fue el propio jugador que era posible que jugase el último partido de preparación y que en ningún caso quería pasarse la temporada sentado. Ha podido cambio de opinión y preferir esperar el traspaso sin saltar al parqué, pero a esta hora es un dato que se desconoce.
Lo que es seguro son las multas a las que se enfrenta. Para ser exacto, podría ser castigado con una sanción de 389.082 dólares por cada partido de pretemporada y temporada regular que se pierda sin el consentimiento del equipo. La multa se enmarcaría en «incumplimiento de prestación de servicios». Además, por saltarse cada entrenamiento hablamos de una multa mínima de 2.500 dólares.
(Fotografía de Tim Nwachukwu/Getty Images)