El partido entre Houston y Dallas estuvo cerca de terminar con incidentes muy serios. El juego subterráneo de los Mavericks y lo que parecen ser insultos a la esposa e hijos de Trevor Ariza desembocaron en ocho técnicas, dos flagrantes y una expulsión. Pero pudo ser mucho más.
Tras finalizar el encuentro, Ariza se fue al vestuario de los Mavericks a esperar a Salah Mejri para enfrentarse a él. Según ESPN, Ariza iba acompañado de varios compañeros —Patrick Beverley, James Harden y Eric Gordon— y dos agentes de seguridad, a los que se sumaron los habituales policías de Dallas que controlan las zonas de vestuarios en situaciones de esta índole.
Mejri, qué explicó a ESPN que él no insultó a la familia de Ariza, no llegó a salir para enfrentarse al alero de los Rockets, pero sí lo hizo Deron Williams para tratar de calmar los ánimos. Finalmente Ariza optó por abandonar la escena.
Harden explica
“No sé en qué estaban pensando esta noche”, dijo Harden. “El otro equipo estaba con juego sucio esta noche. Fueron irrespetuosos, nada profesionales tanto jugadores como entrenadores. No sé cuál era su problema, pero nos hizo ponernos en marcha. Querían atacarnos y nos despertaron y se acabó a partir de ahí”.
Los gritos de Beverley
Patrick Beverley, según varios testigos, también estuvo a la gresca. El escolta de los Rockets gritó a Rick Carlisle mientras finalizaba su rueda de prensa habitual tras los partidos. “Menuda forma de ser un entrenador icónico. Que tengas una buena temporada, entrenador”, le dijo Beverley, quien además utilizó Twitter para escribir lo decepcionado que estaba por el encuentro ante los Mavs. “Lo que hemos experimentado hoy como equipo ha sido una total falta de respeto. Y totalmente irrespetuoso con nosotros y el deporte del baloncesto… Aún así conseguimos la victoria”, escribió.