No sólo calidad, baloncesto y victorias. Con el sonado desembarque de DeMarcus Cousins en NOLA, Jrue Holiday también asegura diversión.
«Ponerlo al lado de AD será muy divertido de ver», asegura el base de los New Orleans Pelicans para NBA.com. «Estoy emocionado por ver que tal se da la cosa mañana».
Mañana ocurre que la Liga vuelve con ganas tras el break del All-Star con, entre otros, un New Orleans Pelicans – Houston Rockets.
Otro equipo los tejanos que, si ya de por sí eran de los peligrosos, ha imitado a los Pelicans en eso de apuntalar sus filas en el mercado invernal. Si bien los de Alvin Gentry han visto reforzado su quinteto titular con el mejor hombre de calle que habían el mercado, en Houston han hecho lo propio para liderar su segunda unidad, logrando el traspaso de Lou Williams.
Holiday, beneficiado indirecto
Cada vez se acerca más a su nivel que le llevó a ser All-Star en 2013. A día de hoy promedia 16,3 puntos y 7,5 asistencias, con casi un 40% en triples. Ahora resulta que además de a Anthony Davis robándole cierto grado de atención de sus contrincantes, también tendrá a Cousins para que disminuya aún más dicha cuota.
Y Cousins, recordemos esto, no es solo un anotador brutal; también es un más que notable pasador. Durante este último mes con los Kings, ha promediado la friolera cifra para un pívot de 7,6 asistencias. Al mismo tiempo, prácticamente una de cada dos canastas suyas ha venido precedida de asistencia.
¿Qué queremos decir con esto? Pues que no solo los Pelicans se verán directamente beneficiados con la llegada del pívot. Pues que Holiday tiene todas las papeletas, con la llegada de DeMarcus, de mejorar sus estadísticas tanto en anotación como en asistencias si logran compenetrarse pronto. Seguro que no le importará ver como Boggie le roba algún que otro rebote con todo lo que puede obtener a cambio.
En New Orleans, si el plan trazado se cumple, tienen todo lo necesario para empezar a presumir en breves de su propio Big Three.