Cinco derrotas consecutivas… No, no hablamos de un equipo más pendiente de Victor Wembanyama que del parqué, sino de unos Suns con altas aspiraciones que están viviendo su particular caída libre.
La última parada de tal racha negativa ha sido Houston. Casi podemos hablar del mundo al revés. Los Rockets han ido mejorando cierto, pero no hasta el punto de derrotar con claridad a uno de los mejores equipos de la NBA y que nos parezca normal. Chris Paul comentó recientemente que no era momento de entrar en pánico… y sigue teniendo razón, pero ello no esconde que deben buscar soluciones inmediatas en Arizona.
Como decíamos, anoche los de Texas prácticamente se pasearon. Al descanso vencían por hasta 19 puntos y tras el paso por vestuarios nada cambió. Phoenix apenas tuvo un par de intentos tímidos de reacción ante unos Rockets que vivieron plácidamente hasta el 111-97 final. Pese a ello, Paul, autor de 16 puntos con un 5 de 17 en tiros de campo, sigue pidiendo calma.
«Lo importante es que el vestuario se mantenga positivo y entienda que es una temporada larga. Tuvimos una racha de 18 victorias consecutivas la temporada pasada y perdimos en segunda ronda… ¿Sabe lo que quiero decir? En esta liga no puedes llegar demasiado alto ni demasiado bajo», sentencia el base.
No se trata de contradecir al point guard de Phoenix, pero puede que estén, como él mismo dice, demasiado bajo. Anoche firmaron un 32% en tiros de campo mientras su rival cogía hasta 23 rebotes más que ellos. No suena bien aunque quede mucho tiempo por delante, y es que un jugador clave como Mikal Bridges –más aún con la ausencia de Devin Booker– firmó un doloroso 4 de 24 en el lanzamiento para un total de 18 puntos. Así es imposible.
Regreso de Stephen Silas
Más allá de lo visto sobre el parqué, donde los Rockets fueron mejores destacando los 26 puntos de Jalen Green y los 18 de Kevin Porter Jr., el partido nos dejó la vuelta de Stephen Silas al banquillo tras el fallecimiento de su padre, Paul Silas. Fue un partido especial, ya que como él mismo comenta, «es como si la vida real comenzara de nuevo».
«Definitivamente fue genial estar de vuelta. Me encantan estos muchachos. Me encanta este equipo. No quería que el partido terminara porque ahora es como si la vida real comenzara de nuevo. No sé si estar de vuelta lo hace más fácil o no, pero mi papá era entrenador y me decía que entrenara. Saca tu trasero y entrena. Así que eso es lo que hice», concluye.
(Fotografía de Carmen Mandato/Getty Images)