Nueve equipos en sólo seis años en la liga. Un poco de estabilidad no le vendría mal. Claro que todo depende de que le aseguren o no esa palabreja que, tras el dinero, también tiene su dosis de peso a la hora de elegir un equipo u otro; la titularidad.
Ish Smith lleva 41 partidos jugados esta temporada con la camiseta de Philadephia 76ers. Los 41 como titular. La campaña 2015-16, sin embargo, la arrancó como jugador de los Pelicans, para los que sudó 27 encuentros y sólo en tres de ellos desde el quinteto inicial. Pero desde que por Navidad recaló por segunda vez en su carrera en Philly, su dimensión como jugador ha cambiado y su valor, disparado.
Y este verano se convertirá en agente libre. Se adivina lluvia de pujas. Pero la historia es que el point guard se encuentra muy a gusto en su actual ciudad y con su actual rol, promediando 14,7 puntos, 7 asistencias y 4,2 rebotes en 31,7 minutos de juego. Y en los Sixers, por su parte, parece que toca invertir tendencia y dar carpetazo al cuento de «tanquear» de una vez por todas. Simbiosis a la vista.
Abanico de opciones
Tanto el jugador como su entrenador, si bien saben que alternativas y sendas hay varias, expresan que ambas partes estarían encantadas con que Smith decidiera firmar un contrato de larga duración con la franquicia y liderara la distribución del juego en una reconstrucción tortuosa cuyos frutos se atisban inminentes.
«Escucha, me encantaría tener a Ish [Smith] de vuelta», ha dicho Brett Brown para Philly.com. «Ha hecho de todo y más aún». No se equivoca el coach, pues su vestuario era la viva imagen de la humillación con 3o derrotas de 31 posibles hasta que llegó Smith. Entonces ganaron seis de sus quince partidos siguientes.
«Pero como todos sabemos, éste es un mundo volátil. Hay elecciones del draft, hay traspasos. Existen todas esas cosas». Y aquí tampoco miente Brown, pues cuando el mercado recibía la extremaunción, los 76ers pujaron fuerte por Dennis Schröder y ofrecieron a Smith en el paquete enviado a cambio.
En cuanto al draft que viene, ya hay fuentes que señalan un importante interés desde los despachos en hacerse con el prometedor base de Providence, Kris Dunn. Y el mercado, por si fuera poco, estará también plagado de agentes libres que dominan los fogones de la creación: Mike Conley, Brandon Jennings, Rajon Rondo y Matthew Dellavedova.
Aún así, con tanta opción y tentación, Brown señala a Smith como su prioridad. «Me encanta tenerle cerca». A esto, el propio Smith, para darle reciprocidad a este amor, añade: «Sí, me encanta esta ciudad. Los fans son geniales. Ojalá pudiera [volver a firmar], pero nunca se sabe».
Y nunca se sabe porque novias no le faltarán al enjuto base —viendo el salto de calidad mostrado— este verano. Pero a la titularidad, duramente lograda, no se renuncia fácilmente. «No se como va a concluir este viaje», ha dicho Ish sobre la agencia libre. «Estoy en ese punto medio. Algunos dicen ‘ sí, este chico es un titular’ mientras otros repiten ‘¿sabes? s un jugador de fiar. Sabemos que puede hacerlo, ¿pero está para ser titular?’, es lo bonito de todo esto».
Otro dato interesante que habla de su impacto en el juego, es que los Sixers, antes de su llegada y mientras T. J. McConnell manejaba el timón en solitario, los hoy colistas repartían 18,8 asistencias por partido; 26º de la liga. Tras hacerse con el velocísimo playmaker, esta cifra asciende a las 22,8 pases de canasta, alzándolos al undécimo lugar entre la treintena. Con las rutas abiertas, el verano dirá.