Cambiar Los Angeles por la ciudad de New Orleans no le ha sentado nada mal a Brandon Ingram. Después de un complicado inicio de carrera en la franquicia californiana, el alero ha abrazado la tranquilidad y regularidad que tanto anhelaba como componente de la plantilla de los Pelicans.
Ingram cerró la temporada 2019-20 con su primera aparición en un All-Star Game y el galardón al Jugador Más Mejorado. No obstante, el propio jugador ha compartido su deseo de seguir mejorando y sus compañeros de equipo le han empujado a hacer frente a retos nada desdeñables.
El escolta J.J. Redick cree que Ingram podría promediar un triple-doble durante una temporada completa si realmente quisiera. El de Carolina del Norte ha demostrado ser un anotador de élite y su capacidad para generar juego para sus compañeros ha mejorado sustancialmente desde que aterrizó en Luisiana.
Sus compañeros de equipo se sumaron a esta propuesta después del gran partido de Ingram ante Toronto en el opening day, en el cual rozó el triple-doble tras sumar 24 puntos, 9 rebotes y 11 asistencias. «Esto es lo que deberías promediar», le dijo Redick tras ese encuentro. Sin embargo, el jugador no ha vuelto a repetir dobles cifras en este apartado. Aún así, sus 5,1 asistencias por encuentro suponen el registro más alto de los Pelicans.
Aumentar esta cifra supondría aumentar su tasa de uso (28,8%, muy similar al 28,1% del pasado curso) sin perjudicar a Zion Williamson y, a su vez, restando relevancia a la dirección de Lonzo Ball o Eric Bledsoe. Y más importante todavía: un mayor uso no tiene porqué significar un mayor número de victorias. Pero los Pelicans han comenzado la temporada con un balance de 5-7 y necesitarán del mejor Brandon Ingram para escalar posiciones.
(Fotografía de portada de Chris Graythen/Getty Images)