Las vueltas que da la vida… y la NBA. Hace poco más de dos semanas los Thunder visitaban a Memphis y sufrían la peor derrota de la historia de la NBA (73 puntos de diferencia) y eso que los Grizzlies no contaban con su mejor jugador. Pues bien, anoche repitieron duelo en el mismo escenario y con la presencia de Ja Morant… y resulta que Oklahoma salió vencedor por 99-102.
Fue un choque hasta cierto punto extraño. Mediado el segundo cuarto los de Tennessee dominaban por 15 puntos, renta que se extinguió para dar paso a que Oklahoma City se colocase hasta 10 arriba en el tercer periodo. Fueron fuegos artificiales, ya que en el momento de la verdad, a poco más de tres minutos del final, el electrónico reflejaba empate a 89. Llegados a ese puntos, los Thunder fueron mejores.
Shai Gilgeous-Alexander, quien la noche anterior había derrotado a los Clippers en el último segundo, se puso el mono de trabajo para lograr seis de sus 23 puntos totales en la recta final y decidir el partido a favor de los suyos.
«Hicimos muchas jugadas en la recta final y por eso ganamos el partido. En nuestros últimos tres encuentros, hemos ejecutado las jugadas tan bien como pudimos en los últimos minutos», comenta el novato Josh Giddey, quien también tuvo una destacada actuación al conseguir un doble-doble de 19 puntos y 11 asistencias.
La vuelta de Morant
Tras una prolongada ausencia de doce encuentros en los que Memphis ha firmado un espectacular 10-2, Ja Morant estaba anoche listo para volver y estuvo en cancha 28 minutos para hacer 16 puntos, 8 asistencias y 6 rebotes. El base se mostró frustrado por regresar con derrota, pero recalcó que estaba igualmente feliz por estar de nuevo con sus compañeros sobre el parqué. «Me he encontrado bien. Estoy muy cerca de mi nivel».
El máximo anotador de la noche para Memphis fue Desmond Bane con 25 puntos mientras que Dillon Brooks se marchó hasta los 19 tantos.
(Fotografía de Jared C. Tilton/Getty Images)