New Orleans Pelicans ha confiado este verano en Jahlil Okafor, si es que se puede definir así el garantizar 50.000 dólares a quien fue número 3 del Draft de 2015.
La cuestión es que esperan que de un vuelco a su situación. Tras tres años en los que su valor en la NBA ha ido cayendo en picado hasta casi quedarse sin equipo, este proyecto de Duke tiene ante sí la que puede ser su última oportunidad para hacer carrera en la Liga. Quizás por ello tiene claro qué es lo que le ha penalizado hasta ahora y que no puede esperar más para ponerle remedio.
«Siempre se me ha golpeado con mi defensa y mi rebote. Dejé que los entrenadores supiesen que soy plenamente consciente de eso. Ellos mismos saben que si hago lo necesario tengo un 150% de probabilidades de triunfar. Creo que durante el verano he dado los pasos necesarios para convertirme en mejor defensor y reboteador», explica en una conversación con la estrella de Portland Trail Blazers, C.J. McCollum.
Detectar el problema y decir que se va a trabajar para solucionarlo es un paso importante, pero lo extraño es que haya perdido dos años en los que podría haberlo convertido ya en agua pasada. Recordando su año de novato, vemos que se marchó hasta los 17,5 puntos y 7 rebotes, números realmente buenos sobre los que ir formando un jugador completo. Pero no fue así. Quizás por la eclosión de Joel Embiid, o puede que por no estar preparado mentalmente, Okafor perdió el rumbo. ¿Podrá recuperarlo?