Además de los 31 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias, su segundo triple-doble de la temporada o de alcanzar la treintena en anotación por vigésimo quinta ocasión este curso, James Harden tuvo tiempo para dejar uno de los hightlights de la noche antes los Wolves.
Defendido por Ricky Rubio y apurado por el cronómetro, el escolta de los Rockets se sacó un as escondido en los instantes finales del tercer cuarto.
Harden se las apañó para marear el marcaje del base español, que acabó por el suelo, yéndose hasta la línea de 7,25 para matar el tercer periodo con un triple. Uno de los movimientos de la noche.