Sin Towns todo es el doble de difícil. Y más todavía cuando en frente tienes un para de MVP enchufados y su escolta motivada. No hubo partido. Ni tampoco piedad. Paliza de Rockets a Timberwolves por 30 puntos de diferencia (139-109).
Los porcentajes explican rápidamente la mayor parte del todo. Un 50,6% y un 40% de acierto en tiros de campo y triples respectivamente en Houston, por el 38% y el 25% en el lado de los Wolves. Un margen en la puntería demasiado grande para compensarlo a través de otras facetas.
Un simple ‘check‘
James Harden, en una noche histórica a nivel numérico, tampoco se deshizo en halagos a sí mismo tras otra noche más en la oficina (de 32 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias con 6 de 11 en triples). «Es un gran logro, desde luego. Tengo objetivos y metas mayores, pero está muy guay».
🚀 𝟐𝟎,𝟎𝟎𝟎 𝐏𝐎𝐈𝐍𝐓𝐒 𝐅𝐎𝐑 𝐓𝐇𝐄 𝐁𝐄𝐀𝐑𝐃!
— Houston Rockets (@HoustonRockets) January 11, 2020
𝗪𝗶𝘁𝗵 𝘁𝗵𝗶𝘀 𝗯𝗮𝘀𝗸𝗲𝘁, @JHarden13 𝗯𝗲𝗰𝗮𝗺𝗲 𝘁𝗵𝗲 𝟰𝟱𝘁𝗵 𝗽𝗹𝗮𝘆𝗲𝗿 𝗶𝗻 @NBAHistory 𝘁𝗼 𝘀𝗰𝗼𝗿𝗲 𝟮𝟬,𝟬𝟬𝟬 𝗰𝗮𝗿𝗲𝗲𝗿 𝗽𝗼𝗶𝗻𝘁𝘀. pic.twitter.com/HRNmCuOkSL
Russell Westbrook (30 puntos y 10 asistencias) estuvo mucho más efusivo. Aunque ahora con camisetas distintas, también estuvo en sus inicios. De hecho la primera canasta de la Barba en la NBA (con OKC) vino con el point guard en pista. «Ser capaz de hacer lo que ha hecho y rayando un nivel tan algo no es nada sencillo. Ver cómo ha ido progresando con el paso de los años hace que me sienta orgulloso, como compañero y como amigo, y estoy muy feliz por él».
Houston lideró el encuentro por dobles dígitos casi desde el principio, y terminó de romper cualquier emoción en le tercer cuarto, con un rival en frente donde no destacó nadie y fue Josh Okogie, desde el banquillo, quién finalizó como su máximo anotador, con 16 puntos, seguido de los 15 del novato Jarret Culver.
Harden se convirtió en el 7º jugador más joven de la historia en derribar la barrera de los 20.000 y en el número 45 en lograrlo. Por ello se llevó el balón del partido a casa y quiso dedicárselo a su madre. «Ella lo es todo. Cualquier meta que alcanzado, ha sido por ella».
No había mejor forma para lamerse las heridas tras la derrota en Oklahoma.
(Fotografía de portada de Kevin C. Cox/Getty Images)