James Harden ha llegado repleto de ganas a los Clippers. Cumplido su deseo de abandonar Philadelphia, el MVP de 2018 se enfrenta ahora a la necesidad de demostrar que puede sumarse a un equipo de estrellas (ya están Kawhi Leonard, Paul George y Russell WestbrooK) y ser determinante. Por ello, se le preguntó en su presentación por lo que pasó en los 76ers y lo que espera lograr en Los Ángeles respecto a su marcado estilo de juego.
«En Philadelphia estaba atado, y eso no tiene que ver con el número de tiros. Pienso durante los partidos y soy un creador en la cancha. Entonces, si tengo vox para decir por ejemplo, ‘Oye, entrenador, veo esto. ¿Qué piensas sobre esto?’ Alguien que confíe en mí, que crea en mí, que me comprenda. No soy un jugador del sistema, soy un sistema. ¿Sabes a qué me refiero? Así que alguien que pueda tener ese diálogo conmigo, comprenderme, avanzar, descubrir y hacer ajustes sobre la marcha durante el transcurso de los partidos, eso es todo lo que realmente me importa. No se trata de que yo meta 34 puntos. Ya lo he hecho», comenta.
Harden realizó su primer entrenamiento como Clipper el jueves y todo apunta a que hará su debut con los Clippers en el Madison Square Garden contra los New York Knicks el lunes. El entrenador de los Clippers, Ty Lue, tiene un descanso de cuatro días para utilizarlo como minicampamento para integrar a Harden y P.J. Tucker en su ataque antes de iniciar una gira de tres partidos por territorio neoyorquino. A estas alturas, lo que todos se preguntan y es si este plan funcionará, algo que el head coach señala que depende del sacrificio que estén dispuestos a hacer sus jugadores. Cuestionado por la relación que tienen (y tendrá) con sus nuevos compañeros, Harden cree que les irá bien y asegura estar convencido de que harán algo especial; más habiendo crecido todos en el sur de California.
«Estoy de vuelta en casa. Simplemente pienso en el nivel de comodidad de estar rodeado de mi familia y luego tener algunos jugadores realmente, realmente buenos en este equipo. Los cuatro muchachos de California. Esta es una historia única. Así que con todo eso unido, simplemente tenía sentido. Conozco a Russ desde el Boys and Girls Club en Los Ángeles, así que nuestra relación va mucho más allá del baloncesto. Él fue una de las razones de querer venir aquí. Él siente que también tiene algo que demostrar. Tenemos un objetivo que estamos tratando de lograr. Y qué mejor manera de hacerlo juntos en Los Ángeles», sentencia.
(Fotografía de Katelyn Mulcahy/Getty Images)