Pocos jugadores llegan a la NBA por primera vez con menos rodaje del que llegó James Wiseman el año pasado. El número dos del draft 2020 apenas pudo gozar de su experiencia universitaria después de la sanción que le llevó a jugar únicamente tres partidos con la universidad de Memphis. Esto supuso que su aterrizaje en un grupo de exigencia inmediata como son los Warriors le descubriesen como un jugador aún por formar a pesar del potencial mostrado. Dicha situación se recrudeció tras la lesión y posterior operación de menisco a la que tuvo que atenerse el pasado abril. Ahora, la franquicia piensa en ultimar su recuperación dándole rodaje en la G League.
De ello se hace eco Anthony Slater en su última pieza para The Athletic, en la que analiza el plan que los Warrios tienen para Wiseman para este comienzo de temporada. El filial de Santa Cruz podía ser una opción para empezar a aumentar la carga física y situar al pívot en situaciones de juego reales. Sin embargo, la simultaneidad del comienzo de la NBA y la G League lleva a que la preferencia del cuerpo técnico sea contar con Wiseman en la rotación de los Warriors lo antes posible. Aunque sea con participaciones reducidas.
La idea no sería que el jugador alternase presencias entre ambos equipos, sino que finalizase su recuperación en la G League con el objetivo de volver a la rutina de los Warriors de forma definitiva. Dejan Milojevic, entrenador personal de los interiores de Golden State, apunta a la situación de su pupilo como un regalo envenenado. «Es una bendición para él estar rodeado de tantas superestrellas. Pero tiene que encontrar la forma de ayudarles y encajar en su juego. Le estamos ayudando». La historia de Wiseman en la NBA es esta, un jugador con enorme potencial sin refinar obligado a aprender a pasos agigantados.
(Fotografía de portada de Ezra Shaw/Getty Images)