La primera temporada de Jared Butler en la NBA ha estado repleta de dificultades y peculiaridades impropias de un recién llegado. Sus problemas cardíacos transformaron a un potencial lottery pick en una selección de segunda ronda. De forma más concreta, el pick número 40 del draft de 2021, el cual utilizaron los Utah Jazz para reclutarlo. Una selección que previamente pertenecía a Memphis, pero desde Salt Lake City enviaron su pick 30 a los Grizzlies cambio del mismo y dos futuras segundas rondas.
Haber caído tan bajo en el draft después de conquistar el torneo de la NCAA con los Baylor Bears —y ser elegido mejor jugador del mismo— no hizo más que disparar las previsiones que lo señalaban como uno de los potenciales robos de la camada. Pero a medida que transcurría la temporada, el rookie comprendió que su debut en la NBA no iba a ir de la mano con una gran cantidad de minutos. Ya lo había avisado Quin Snyder nada más finalizar el training camp: «Para Jared todo será un trabajo de paciencia. […] Solo tiene que seguir trabajando, mantener esa hambre y no frustrarse si la oportunidad no llega de inmediato.»
Snyder sugería así que las oportunidades estarían ligadas a problemas físicos, protocolos COVID-19 y acumulación de faltas de su inamovible backcourt compuesto por Donovan Mitchell, Mike Conley y Jordan Clarkson. Algo que finalmente se cumpliría: en cinco de sus siete partidos con más minutos los Jazz vencieron por un mínimo de 23 puntos. Su tope de tiempo en pista, 31 minutos ante Toronto, coincidió con la plaga de lesiones y protocolos que azotó al equipo en enero.
Finalmente, Butler tan solo participó en 42 partidos de regular season, en los que promedió 3,8 puntos y 1,5 asistencias en poco menos de nueve minutos. Su papel en playoffs, testimonial: algo más de cuatro minutos —los de la basura— en la derrota por 25 puntos del Game 5. Ahora que el proyecto se enfrenta a potenciales y profundos cambios durante la temporada baja, el guard espera disfrutar de un rol más importante y regular en su año sophomore. «He estado en la G-League sin esperar que fuera a jugar en la G-League. Quiero jugar en la NBA», aseguró para el medio Deseret News.
Este martes, la franquicia se reunió con Butler —así como con Eric Paschall, Nickeil Alexander-Walker y Trent Forrest— para hacer un balance de la temporada y fijar los objetivos individuales de cada uno —en caso de continuar en la organización— para el periodo estival. Según las declaraciones realizadas por el de Luisiana, los Jazz cuentan con él para el próximo curso.
«Estoy ilusionado», afirmó Butler. «Es cierto que hay cierta incertidumbre general. Ya sabes cómo son los veranos en la NBA. Pero fue alentador y me siento esperanzado después de la reunión.» El jugador pasará parte de la temporada baja entrenando en Houston, donde tratará de protagonizar un crecimiento general. Eso sí, la organización le ha trasladado una serie de tareas en las que incidir. «Defender el pick-and-roll. Defender a jugadores de mi posición e incluso otras», continuó Butler. «Involucrar a los muchachos es algo que los Jazz también buscan de mí. Al final dependerá del roster y de que la organización me dé la oportunidad.»
Con todo esto en mente y tras cerrar esta entrevista, el general manager Justin Zanik ha compartido parte de este optimismo. «Lo que más me ilusiona alrededor de los jóvenes, y esto incluye a Nickeil, Jared y Trent, es que Jared no pudo disputar la Liga de Verano y la temporada baja fue mucho más corta», señaló el ejecutivo. «Entonces, todos estos muchachos tendrán ahora una temporada baja adecuada con el draft celebrándose cuando se supone que se tiene que celebrar, al igual que las Ligas de Verano, los entrenamientos grupales y el training camp. Eso permitirá que estén más conectados con nuestro excelente personal de desarrollo, así que estoy muy ilusionado por ver hasta dónde pueden llegar.»
Así, este verano puede suponer un punto de inflexión para Jared Butler en el caso de que se produzcan importantes cambios en la plantilla que le permitan disfrutar de la oportunidad de tener un rol más importante.
(Fotografía de portada de Abbie Parr/Getty Images)