Dos temporadas. Esa es la cifra que promete, al menos, Jason Terry de entretenimiento restante.
El tirador de Houston Rockets, 38 años lo contemplan, fue cazado la semana pasada en Alabama-Birmingham, donde acudió a una entrevista para un puesto de… entrenador.
Saltaron las alarmas y algunos ya veían a otro Jason Kidd —al que todavía cuesta verle con corbata— haciéndose cargo de la pizarra. Pero el jugador pronto se encargó de disipar nuestros miedos. «No, no para nada. A no ser que se presente una oportunidad imposible de rechazar en la rama de entrenar», dijo Terry tras una sesión de entrenamiento al Dallas News. «Mi objetivo es jugar dos años más. Así que aún veréis bastante más de mí.». Grata noticia.
Ganar y luego entrenar
Esta entrevista la concedió justo en vísperas de enfrentarse al equipo que le dio su único anillo, los Dallas Mavericks. Por lo que su hoja de ruta, tras el resultado —derrota— se complica seriamente al menos para la presente temporada.
«Me gustaría ganar otro campeonato y luego empezar a entrenar. Esa es mi pasión».
Sobre el partido ante los Mavs lo catalogaba como un ‘Game 7’. Tiene suerte de saber que aún le queda hasta el ‘Game 11’ para evitar el descalabro y dar un último arreón que sirva para dejar en la cuneta a Mavericks o Jazz.
En lo que llevamos de temporada, ‘Jet’ aún es capaz de contribuir, en sus 17 minutos de juego, con 5,7 puntos. Eso sí, está en una de sus peores campañas en la que es su especialidad, lanzando sólo con un 35,6% de acierto desde la línea de tres.