Boston lo ha logrado. Tras 12 años de espera y varias caídas a un solo paso (finales de conferencia), los Celtics vuelven a las Finales confiando en un proyecto que algunos daban por acabado y remontando en una campaña que lo cierto es que no empezó nada bien. Para ser exactos, cuando se llegó al ecuador de la misma los verdes exhibían un flojo balance de 20-21. No desesperaron. Ime Udoka consiguió dotar de personalidad propia al equipo y en la segunda mitad de la regular season firmar un 31-20. Después ya sabemos qué ha venido: victorias ante Brooklyn, Milwaukee y Miami para llegar a la lucha definitiva por el anillo ante los Warriors.
Con esa trayectoria, la cual se ha cerrado con un agónico triunfo ante los Heat en Florida por 96-100, está claro que verse en la pelea por el campeonato sabe incluso mejor. Así lo expresa Jaylen Brown, quien se muestra orgulloso por lo que han logrado.
«Esos somos nosotros. Hemos estado respondiendo todo el año, toda la temporada, ante las adversidades. La de hoy ha sido la prueba más grande de nuestras carreras, no solo del año. Es duro a nivel mental llegar a un Game 7 que se disputa fuera de casa tras haber perdido antes en tu cancha. Ha sido difícil, pero lo logramos», expresa el alero.
La casualidad ha querido que para que los Celtics lleguen a las Finales hayan tenido que eliminar justo a los tres equipos que les echaron de playoffs en las tres anteriores campañas: Milwaukee (2019), Miami (2020) y Brooklyn (2021). Jayson Tatum cree que esa y otras experiencias les han ayudado a llegar ahora al destino deseado.
«Sí, realmente lo creo. En el momento en que pierdes esas series, obviamente, duele y es duro. Nunca lo olvidas. Creo que eso es lo que todos tenemos en común, que todos hemos pasado por esos momentos difíciles y recordamos cómo se sintió. No queríamos volver a tener esa sensación al irnos de aquí esta noche. Lo dejamos todo en el piso. Lo logramos», sentencia.
(Fotografía de Andy Lyons/Getty Images)