Algo cambió en el Game 3 de las finales de la Conferencia Este entre Miami Heat y Boston Celtics. Los de Massachusetts, además de sumar su primera victoria, disfrutaron del regreso de Gordon Hayward, una pieza fundamental en su esquema como así quedó demostrado al disputar hasta 31 minutos tras un mes alejado de las canchas.
Estando quizás falto de ritmo, sus números no fueron demasiado brillantes. El alero de los verdes se quedó en 6 puntos (2 de 7 en tiros de campo), 5 rebotes, 4 asistencias, 3 robos y 1 tapón. Sí, no alcanzó los dobles dígitos de anotación, pero el hecho de que aportase en todas las facetas del juego ya indica su importancia a la hora de dar equilibrio al equipo; algo indispensable tras ver como se les escapaban los dos primeros encuentros tras dominar con un importante ventaja. Para Jayson Tatum, contar con la vuelta de su compañero es casi una bendición.
«En el Game 3 lo significó todo. Obviamente hemos estado jugando un tiempo sin él. Ya lo he dicho en otras ocasiones: es una locura que alguien piense que estamos mejor sin él. Somos muchos mejores cuando él está ahí fuera sobre la pista, somos mucho más dinámicos y mucho más versátiles», comenta antes de recalcar lo importante que es tener a toda la plantilla saludable.
«Se sintió realmente genial tener a todo el equipo de regreso. Jugó muy bien en su primer partido, y seguro que seguirá mejorando y recuperando sus sensaciones. Como he dicho, lo significa todo tenerlo de vuelta», sentencia.
La realidad es que se puede decir que Hayward ha regresado justo a tiempo. La diferencia entre ir perdiendo una serie 3-0 o 2-1 es simplemente abismal. Además, y aunque en un principio tenía planeado abandonar la burbuja de Orlando a finales de septiembre para estar en el nacimiento de su hijo, finalmente ha decidido permanecer con el equipo hasta que concluya la participación de este. Con él en cancha, las opciones de los Celtics crecen.
(Fotografía de Kim Klement-Pool/Getty Images)