Jayson Tatum es capaz de ganarte un partido en cualquier momento, pero ello no esconde que por momentos ha estado algo desesperado sobre el parque. Contra Philadelphia ha tenido malísimas rachas en el tiro antes de que su baloncesto tocase el cielo en el Game 7 con 51 puntos –nadie lo había hecho antes en la historia de la NBA–.
Cuestionado por ese gran cambio, el cual se refleja en un dato sencillo: anoche hizo 25 puntos en el primer tiempo mientras que sumando las primeras partes de los Game 4, 5 y 6 acumuló 18, la estrella de los Celtics explica que todo estaba en su cabeza.
«Estaba realmente emocionado por el momento, poder salir y jugar hoy. Definitivamente estaba en mi mente que no podía jugar peor a cómo lo hice el anterior partido durante 42 o 43 minutos. Tenemos un dicho: ‘A partir de aquí solo se puede mejorar’. Al entrar en el Game, aunque suena loco, estaba demasiado concentrado. Estaba demasiado obsesionado. Estaba pensando demasiado en lo que debo hacer y en cuántos puntos debo anotar», explica antes de analizar la diferencia con el Game 7.
«Hoy era más yo mismo. Antes del partido estaba relajado, riendo, bromeando… Ese es el contexto en el que juego mejor, cuando me divierto. Solo traté de no pensar en la presión, lo que todos van a decir. Solo concéntrate en el juego y en divertirte», sentencia.
Sigue la diversión
Ahora Boston jugará contra Miami. Reeditando el duelo que ya tuvieron en 2020 y 2022 –el primero se lo llevó Miami y el segundo los verdes–, los Celtics tratarán de superar a los de Florida para estar en las Finales de la NBA por segundo año consecutivo. Así lo ve Tatum.
«Un equipo con el que estamos extremadamente familiarizados. Un equipo muy bien dirigido que compite con los mejores y juega muy duro. Defienden, hacen jugadas y encuentran la manera de ganar juegos. Va a ser divertido, va a ser muy competitivo. Estoy deseando que llegue», concluye.
(Fotografía de Adam Glanzman/Getty Images)