Hay que remontarse a los momentos álgidos de la «Linsanity» para encontrar un momento en el que la baja de Jeremy Lin podía hacer tanto daño a su equipo. Los Nets esperan recuperar a su base titular en el partido que disputarán este lunes en Houston, curiosamente el que fue su hogar durante tres temporadas. Lin ha estado ausente durante más de cinco semanas por culpa de una distensión de isquiotibiales.
Una posición de alto riesgo laboral
Sin Jeremy Lin, que promedió 15,0 puntos y 6,2 asistencias en sus primeros cinco partidos de temporada (a ritmo de sus máximos de carrera NBA) antes de lesionarse, los Nets han acumulado solo han ganado 4 de sus 17 partidos disputados.
Como buena muestra de los problemas de Brooklyn en su ausencia, el equipo hizo varios cambios en el puesto de base. Primero, Brooklyn cortó al tocado Greivis Vásquez para recuperar a Yogi Ferrell, quien hizo la pretemporada en los Nets. Pero, tras 10 partidos, el base salido de la universidad de Indiana sería posteriormente descartado para firmar a otro director de juego procedente de la D-League como Spencer Dinwiddie.
En el pozo del Este
Sin especial motivación para perder más partidos de la cuenta (los Celtics, equipo en zona de Playoffs, podrán intercambiar su primera ronda con la de Brooklyn), los Nets esperan que la vuelta de Lin les haga más competitivos. Actualmente, el equipo entrenado por Kenny Atkinson se encuentra penúltimo del Este, solo por delante de Philadelphia, con un balance de 6-16.