La afición local recriminó al escolta en cada acción de juego
Dwyane Wade fue tratado como un héroe por la afición Knickerbocker en su último partido en el Madison Square Garden. Sin embargo, en el Target Center de Minneapolis ocurrió todo lo contrario con Jimmy Butler, abucheado de principio a fin como si fuera el principal antagonista de una ficción.
Butler, que reclamó su salida de Minnesota Timberwolves debido a su complicada relación con directiva, entrenador y compañeros de equipo, regresó a la que fuera su casa con victoria por 118-109.
Sus números, bastante discretos en cuanto a lanzamiento (4/17), fueron bastante notables: 12 puntos, 13 rebotes, 5 asistencias y 2 robos en 36 minutos sobre el parquet.
«Me alegra mucho venir aquí y que hayamos hecho lo que debíamos para continuar avanzando», dijo Butler. «En casa. Como visitante. Contra quien sea. Siempre me muestro sólido», agregó.
A pesar del caldeado ambiente, los Philadelphia 76ers se alzaron vencedores, siendo el segundo triunfo consecutivo y el octavo en las últimas diez jornadas. Con seis partidos restantes para el final de la temporada regular, se sitúan en la 3ª plaza a cuatro partidos y medio de ventaja sobre los Boston Celtics e Indiana Pacers.
«La multitud puso un gran ambiente sobre la mesa. Pero fue genial la forma en la que respondió el equipo. Jimmy (Butler) hizo un gran trabajo luchando y jugando», señaló Brett Brown.
Por su parte, Tobias Harris logró su mejor anotación en el último mes de competición con 25 puntos, a los que agregó 7 rebotes y 4 asistencias; y su compañero Ben Simmons anduvo muy cerca del triple-doble con 20 puntos, 11 rebotes y 9 pases de canasta.
En el conjunto local, Andrew Wiggins cosechó 24 puntos, 6 rebotes, 5 asistencias y 2 tapones; y Karl-Anthony Towns obtuvo 21 tantos y 7 rebotes.
(Fotografía de portada: Jonathan Daniel/Getty Images)