Ahora mismo, todo lo que envuelve a Jimmy Butler, cualquier decisión que toma o expone en público, tiende a entenderse como un guiño hacia la búsqueda de su traspaso. Aunque en este caso, todo parece indicar que se trata mucho más de un tema puramente físico que de seguir forzando la maquinaria para salir de Minnesota.
Tal y como el propio jugador comunicó tras la derrota de los Timberwolves ante los Warriors, él mismo decidirá si participa en los back-to-back que tiene que disputar esta semana Minnesota. Los de Tom Thibodeau han de enfrentarse el domingo ante los Blazers y el lunes ante los Clippers. Lo que pudiera parecer un acto de soberbia individual, en realidad responde a que Butler sintió un fuerte malestar general durante el duelo ante Golden State que no le hizo poder dar todo de sí. Lo que sí es extraño es que sea él, unilateralmente, quien vaya a decidir cuándo y en qué circunstancias jugar.
«Se lo he hecho saber», confesó Butler en ESPN, con respecto al cuerpo médico de los Wolves. «Ellos no saben cómo se siente mi cuerpo. No sé, veremos cómo va la cosa. No sé qué planeamos hacer mañana. Obviamente, tengo que tratarme junto a otros compañeros lesionados. Veremos cuando llegue el domingo y el lunes».
El traspaso
Lanzando este mensaje, era lógico pensar que las preguntas de los periodistas allí presentes iban a intentar averiguar si esta nueva conducta podía responder al intento de traspaso, así como conocer cuál era su opinión acerca de que Thibodeau haya rechazado de manera sistemática cualquier oferta por él.
«No me preocupa que no se haya llegado a un acuerdo», expresó el jugador. «Lesionado o no, tengo que cuidar de mí mismo. Soy consciente de que tienen que hacer un trabajo como organización, y yo tengo que hacer un trabajo como jugador. Si no estoy bien físicamente como para salir ahí y hacer mi trabajo, no voy a exponerme a una lesión. Me he pasado casi todo el año lesionado, así que voy a tomarme las cosas con precaución».