No llegan buenas noticias para el presente de John Collins. Nate McMillan anunció recientemente en declaraciones recogidas por Sarah K. Spencer de Atlanta Journal-Constitution que el ala-pívot iba a buscar una segunda lesión sobre su lesión, la cual incluía tanto problemas en el pie derecho como en el dedo anular del mismo. Pues bien, resultado de tal consulta no ha sido positivo.
Según adelanta Shams Charania de The Athletic, Collins ha sido diagnosticado con un desgarro en la fascia plantar del pie derecho, así como daños en el dedo anular derecho. ¿Qué quiere decir esto? Que pasa a ser baja indefinida.
Lo cierto es que el último mes de competición estaba siendo un calvario para el jugador de los Hawks. A principios de febrero la franquicia anunciaba que pararía algunos partidos (coincidiendo con el descanso por el All-Star) para recuperarse de sus problemas en el pie. Finalmente, solo ha podido disputar cuatro partidos desde el 11 de febrero, y en los mismos ha estado muy lejos de su nivel habitual. Así lo explicaba él mismo:
«Obviamente es difícil jugar baloncesto con un dedo hinchado y rígido», expresaba antes de comentar que la otra lesión le ha impedido «presionar más sobre el pie». En estas declaraciones, recogidas por Chris Kirschner de The Athletic, también señala que no sabía si era bueno para el equipo que siguiese jugando. «Llegados a este punto, ¿estoy ayudando o perjudicando».
Claramente un Collins en plena forma no hace otra cosa que sumar, pero jugar con limitaciones no parece el camino correcto, ni para él ni para el equipo. La temporada, a todas luces decepcionante, se encamina sin remedio a la disputa del play-in. Quizás sea ahí donde deba poner Collins su objetivo, aunque de igual modo habrá que preguntarse llegada la fecha si realmente está en condiciones de jugar y aportar.
(Fotografía de Kevin C. Cox/Getty Images)