Los Denver Nuggets dejaron atrás las malas sensaciones y se impusieron con relativa comodidad (127-112) ante San Antonio Spurs en el segundo partido consecutivo entre ambos equipos. Los de Michael Malone aprendieron de los errores del último encuentro y en el tercer cuarto ya tenían una ventaja de más de 20 puntos que finalmente fue insalvable.
Nikola Jokic volvió a mostrar su mejor versión. El serbio tuvo otra de esas noches sensacionales en las que ningún jugador del equipo rival es capaz de detenerle. Terminó el encuentro rozando el triple-doble (35 puntos, 17 rebotes y 8 asistencias) y con un extraordinario +32 para su equipo en los minutos en los que estuvo en pista. Además, el pívot se recuperó de su mal partido en el tiro del último duelo y volvió a los buenos porcentajes anotando 4 de sus 6 triples intentados.
Tras el partido, Malone destacó la circulación de balón de su equipo. Los de Denver mostraron una de sus mejores versiones en el pase y terminaron con 33 asistencias en total. Además de Jokic, destacó el protagonismo desde el banquillo de Facundo Campazzo que, con 8 asistencias, consiguió que la segunda unidad funcionase al mismo nivel que los titulares. El entrenador de los Nuggets también quiso destacar el balance positivo de su equipo en los siete partidos consecutivos que ha jugado lejos de casa de forma consecutiva.
«Puede que sea extraño, pero existe una gran diferencia entre volver a casa 4-3 o volver 3-4», explicó.
Mientras tanto, los Spurs suman una nueva derrota que les aleja todavía más de los puestos de playoffs. Al finalizar el encuentro, Popovich señaló que sus jugadores no supieron manejar bien la victoria en el primer partido ante los Nuggets y que eso les pasó factura. Las 17 pérdidas de balón de San Antonio fueron un lastre demasiado grande.
(Fotografía de Tom Pennington/Getty Images)