Restan cuatro días para el comienzo de los training camp y poco menos de cuatro semanas para que la pelota empiece a botar de manera oficial. La ilusión y las ganas de poner a prueba los distintos proyectos son dos de los principales alicientes que acompañan el inicio de cada temporada. En el caso de los Milwaukee Bucks presenta un plus añadido: la condición de vigentes campeones.
Los de Wisconsin serán el principal rival a batir mientras, a su vez, ellos mismos lucharán por revalidar un título para el que emergen como uno de los principales candidatos. Sin embargo, este escenario victorioso no ha supuesto ninguna modificación en la hoja de ruta establecida desde las oficinas. Nada más finalizar las celebraciones por el título, el general manager Jon Horst y su grupo de trabajo se sumergieron de lleno en la planificación del nuevo curso.
«En gran medida no ha habido ninguna diferencia respecto a otros años», señaló el ejecutivo en una entrevista para The Athletic. «Justo después de lograrlo el sentimiento fue increíble. Lo celebramos, estuvimos en el desfile por las calles y todo eso. Pero esas reacciones inmediatas se equilibraron rápidamente. Teníamos un draft que preparar. Teníamos una agencia libre que ejecutar. Y esa es la naturaleza de la NBA. Tienes muy poco tiempo después de que termina la temporada para construir el equipo del siguiente año. Y ese periodo es menor cuando la temporada termina coincidiendo con el último partido de la misma. Es algo que absorbe toda tu energía y concentración mientras duro. Después sí que hubo un periodo de descanso para conectar con la familia y descansar en el que no quieres pensar en nada. Ni siquiera en ser campeón.»
Entrando en materia, Horst se mostró conciso y pragmático respecto al trabajo realizado desde las oficinas durante la temporada baja. El gerente general aseguró que mantendrán la filosofía del equipo mientras tratan de mejorar aquellas facetas más vulnerables. «Estoy orgulloso del enfoque general de los jugadores, de Bud [Mike Budenholzer] y su personal, y de mi grupo», afirmó Horst. «Y no sé si esto es algo correcto o incorrecto pero nuestro enfoque no ha sido de conformismo por haber ganado. Tenemos que mejorar cada día. Sí, ganamos un campeonato de la NBA pero no tuvimos una temporada perfecta. Hubo momentos en los que claramente había cosas en las que teníamos que mejorar. Se trata de reconocer que no somos perfectos, que podemos ser mejores y que hay margen para crecer. Esa ha sido la mentalidad que nos ha guiado cada año y que ha persistido durante esta temporada baja.»
En el apartado de movimientos, los Bucks cerraron la renovación de Bobby Portis, además de firmar a George Hill, Grayson Allen, Rodney Hood, Semi Ojeleye y Thanasis Antetokounmpo. Unas incorporaciones que han impulsado a los Bucks a contar con un mejor equipo que el pasado curso, en palabras de Horst. «Realmente lo creo. Siempre es nuestro trabajo mejorar y demostrarlo. Todas las incorporaciones que hemos hecho no se tratan de segunda opciones. Fueron nuestros objetivos. La lógica y el razonamiento de estos movimientos siguen la línea del estilo de juego que queremos seguir desarrollando y los ajustes alrededor de Giannis. Esta es la versión del equipo que queremos construir porque creemos en ella. Así que estoy convencido de que somos mejores.»
¿Lo suficiente como para poder conquistar un nuevo anillo? «Quién sabe. Algunos equipos han mejorado mucho y han realizado un trabajo increíble construyendo sus equipos, incluidos nosotros. Así que no sé dónde nos sitúa eso a nosotros pero sí que creo que somos mejores que el equipo que terminó la pasada temporada. Y esta puede ser o no nuestra versión final. Tenemos muchas oportunidades y opciones para seguir mejorando y ajustando de ser necesario.»
Eso sí, el general manager admitió que la pérdida de uno de sus jugadores posiblemente sea irremplazable: la de P.J. Tucker rumbo a Miami. «Todos sabemos que no seríamos campeones sin P.J. Tucker», reconoció Horst. «Siempre estaremos agradecidos por lo que trajo a nuestro equipo. No me hago ilusiones de que seamos capaces de reemplazar lo que P.J. Tucker nos dio: su corazón, alma, valor, dureza. Su capacidad defensiva es de élite y no hay mucha gente que pueda hacer lo que él hace.»
(Fotografía de portada de Patrick McDermott/Getty Images)