Su sobriedad expresiva y su impresionante consistencia ha hecho circular muchas bromas sobre un posible origen cibernético de Kawhi Leonard. El alero de los Spurs, por supuesto, es 100% humano, y su pie izquierdo quiso recordarlo. En la vital victoria de San Antonio ante los Rockets del quinto partido de su serie, Leonard sufrió una torcedura de tobillo que le dejó lejos de su mejor forma en los minutos finales, quedándose incluso sin jugar en el tiempo extra.
Esperando jugar el Game 6
.@clippittv Kawhi tweaked his ankle in the second half of Game 5 and was unable to play OT. Have to wonder what this means for G6. #NBAPlayoffs pic.twitter.com/bQ4lQS488g
— Basketball Society (@BBallSociety_) May 10, 2017
El equipo tejano, liderado por Manu Ginóbili y con Danny Green como ejecutor, acabó imponiéndose. Pero el triunfo quedó con regusto amargo para unos Spurs que ya habían perdido para el resto de playoffs a Tony Parker por lesión. Una ausencia prolongada de Kawhi Leonard dejaría virtualmente a cero cualquier opción de superar no tanto a los Rockets en esta ronda, sino a los poderosos Warriors en las Finales del Oeste.
Aun en caliente, su entrenador Gregg Popovich no aportó información sobre el alcance de la lesión de tobillo de su jugador más completo, pero el propio Leonard se mostró optimista. «Está un poco dolorido, pero mis compañeros hicieron un buen trabajo cerrando el juego sin que yo estuviera disponible para la recta final», afirmó Leonard. Preguntado por su participación en el Game 6 del jueves, el alero afirmó que «sí, creo que voy a poder jugar».
La duda de Popovich
La decisión, por supuesto, no será suya. Más allá del diagnóstico médico que reciba cuando sea examinado este miércoles, Gregg Popovich tiene una difícil decisión, con solo un día de descanso hasta el próximo partido. Forzar antes de la cuenta a Leonard no solo implicaría no contar a pleno rendimiento con su mejor jugador, sino podría también dejarle fuera de su mejor forma para un posible séptimo partido a vida o muerte que se disputaría el domingo. Una decisión, eso sí, menos dramática tras ser capaces de ganar a los Rockets sin su muy humana estrella.