El base de los New York Knicks, Kemba Walker, mostró un buen nivel individual en la derrota ante los Boston Celtics. Walker volvía al TD Garden tras el traspaso del pasado verano y quiso reivindicarse por partida doble: ante la gerencia de los Celtics y ante el cuerpo técnico de los Knicks, que no le daba la oportunidad de jugar desde el pasado 26 de noviembre.
Las numerosas bajas obligaron a Tom Thibodeau a volver a darle una oportunidad tras apartarlo de la rotiación. Kemba quiso brillar con luz propia y terminó el partido con 29 puntos en 37 minutos, con un destacable 5 de 11 en triples. Tras el encuentro, el jugador de los Knicks reclamó más minutos con sus declaraciones.
«Sé que debería estar jugando. Podría estar enojado. Podría enojarme. Pero al final del día, hay algunos muchachos aquí que me admiran. Estoy bastante seguro de que querían ver cómo reaccionaba ante la situación. Cualquiera en mi equipo puede estar en la misma situación en el futuro. Quizás pueda ser un modelo a seguir en ese aspecto», manifestaba ante los medios de comunicación.
Walker, nativo del Bronx, renunció a parte del dinero que tenía firmado para poder fichar por los Knicks. Ahora, tras quedarse fuera de la rotación y a pesar de despertar el interés de otras franquicias, está centrado en ser un buen ejemplo para el equipo y recuperar sus minutos. La decisión está en manos de Tom Thibodeau.
(Fotografía por Sean Gardner/Getty Images)