La crónica de una despido anunciado llega a su fin. Desde que Kemba Walker aterrizara en Detroit estaba claro que solo había dos salidas: traspaso o buyout. Con esa premisa, los Pistons han apurado hasta el límite para buscar un intercambio que no se ha producido y que les ha llevado a cortar finalmente al veterano base, quien ahora pasa a ser agente libre; informa el periodista Marc Stein.
Con este movimiento ya confirmado, ahora se abre un nuevo camino para Kemba. Hasta la fecha siempre había estado en el radar de muchos equipos como posible refuerzo. Boston le firmó como recambio de Kyrie Irving y los Knicks lo quisieron para apuntalar un proyecto en crecimiento. El contexto ha cambiado. Si la organización de Michigan le ha despedido es porque el mercado del point guard es prácticamente inexistente; tanto es así que únicamente se ha hablado de su posible regreso a Charlotte Hornets –no hay más–.
A sus 32 años, Kemba se enfrenta al momento más complicado de su carrera. Los problemas físicos sufridos en las últimas campañas le han mermado notablemente hasta el punto de vivir un desastroso curso 2021-22 para disputar solo 37 partidos. Pero ya no hablamos de jugar poco, sino de hacerlo muy lejos de su nivel habitual y concluir con un promedio de 11,6 puntos, 3,5 asistencias en 25,6 minutos por noche. Quizás su presente en la NBA pase por esperar a que vaya transcurriendo la regular season y algún equipo tenga necesidad de hacerse con sus servicios. Esto es justo lo que puede llevarle de vuelta a Carolina del Norte, ya que LaMelo Ball inicia la temporada lesionado.
(Fotografía de Sarah Stier/Getty Images)