Oficialmente aún es jugador de los Pistons, pero la realidad es que está más fuera que dentro. Con Cade Cunningham, Cory Joseph y Killian Hayes en el backcourt de los de Michigan, es obvio que Kemba Walker no tiene sitio. Hace semanas que se habla de un posible buyout, pero este depende de que el veterano base tenga un destino asegurado. No solo no es así, sino que varios informes apunta a que directamente no tiene mercado. Quizás por ello, por verse sin opciones, ha optado para alzar la voz y señalar que aún puede aportar sobre las canchas de la NBA.
«Estoy seguro de que tengo algo en el depósito. Solo estoy trabajando e intentando sentirme lo mejor posible. En estos momentos me encuentro genial. Me siento tan bien como no me he sentido en mucho tiempo. Simplemente estoy esperando mi oportunidad», comenta a Roderick Boone del Charlotte Observer.
Está complicado. Kemba viene de una dura temporada con los Knicks en la que se quedó en un promedio de 11,6 puntos y 3,5 asistencias, jugando únicamente 37 partidos. No es la mejor carta de presentación. En todo caso, sus ganas de encontrar acomodo son tales que señala que no le importaría ser suplente.
«Solo quiero poder volver a jugar baloncesto. No me importa el rol. Comencé mi carrera como jugador de baloncesto saliendo desde el banquillo. ¿A quien le importa? Solo quiero poder jugar a algo que me encanta y estar rodeado de grandes compañeros de equipo. Simplemente quiero divertirme», sentencia.
(Fotografía de Jared C. Tilton/Getty Images)