Dos premios de MVP de las Finales de la NBA en sus dos primeros, y únicos años, en los Warriors. Dos anillos. Pleno para Kevin Durant, que decidió en 2016 que su vida deportiva tenía que estar lejos de Oklahoma, y cerca de San Francisco, si quería abrazar el campeonato. Le salió bien el plan, a la perfección, pero no son pocos los que critican aquella decisión de cambiar de rumbo, aquel viraje realizado el 4 de julio de 2016, y que dejó en shock, por diferentes motivos, a toda la NBA.
Dos años después de aquello, Durant y los Warriors ganan y ganan. En el cómputo total desde 2015, tres anillos de cuatro posibles. Quizá la cuenta sume más en los próximos cursos, toda vez que Durant ha asegurado que va a seguir en Golden State. Y eso crea el debate de si la NBA está descompensada, de si puede llegar a ser aburrido el dominio del equipo de Steve Kerr, de si la competición va a ser un sí o sí siempre de Golden State.
No fue el camino fácil para Durant
Y KD se defiende de todo esto, de los que aseguran que cogió el camino fácil, el de irse a Oakland para ganar, ganar y ganar. “Siento que es fácil ser el mejor jugador cuando no tienes buenos jugadores a tu alrededor. Siento que es más difícil sobresalir cuando tienes grandes jugadores a tu alrededor”, ha apuntado el flamante MVP a Yahoo Sports. También se le ha acusado de arruinar la NBA, de ser la parte que le faltaba a Golden State para hacer un plantel infalible.
“Mi responsabilidad es con mis habilidades. Mi responsabilidad es conmigo mismo. No estoy preocupado por la NBA. Ese es su trabajo. Ellos ganan demasiado dinero. No me pagan lo suficiente para dictar (el funcionamiento) de la NBA. Debería ganar más dinero si todo eso estuviera en mí. Mi responsabilidad es con cualquier equipo para el que juegue”.
Durant es una estrella de la NBA, uno de los mejores jugadores del presente y uno de los mejores jugadores de siempre, a pesar de que quizá no desprenda esa aura de mito, de hombre con la NBA a sus pies. Pocos han ganado dos MVP de las Finales NBA, y pocos lo han hecho de manera consecutiva. Pero él sigue a lo suyo, prefiere no ser protagonista, sino una parte del todo, de ese todo que son unos Warriors demoledores.
“Para mí, el baloncesto no se trata de que todo el mundo esté pendiente de lo que hago o cómo me siento. Nunca quise jugar así y nunca tuve la intención de acercarme a un equipo de esa forma”. Durant solo quiere ser uno más. “Ser uno de los muchachos, es lo que siempre quise. Así es como me criaron. Es más especial cuando lo haces con personas que te apoyan y te quieren. No siempre se trata solo de ti y esa es la razón por la que vine aquí: un entorno desinteresado donde solo les importa el juego. Todas esas otras cosas no importan”.
MVP
Quizá por todo esto, Durantula no le da tanto valor al hecho de haber ganado, de nuevo, el MVP de las Finales, rodeado de polémica, porque bastantes creyeron que el premio debería haber recaído sobre Stephen Curry.
“Todos queremos jugar bien y sé que a Steph no le importan cosas así «, dijo Durant sobre el MVP de las Finales. «Realmente no esperaba hacer nada de esto. Solo estaba tratando de ganar. MVP o no, creo que ambos jugamos un gran baloncesto”.
Dejar un legado
Durant ya se encuentra dentro de ese grupo de grandes jugadores de la historia, al lado de Michael Jordan, de Kobe Bryant, de LeBron James…de otros tantos. Las distancias entre uno y otro las pone la perspectiva con que se mire, los éxitos personales y colectivos y otros aspectos.
“Kobe, Jordan, LeBron, Kareem (Abdul-Jabbar). Todos estos tipos me presionan cada día para llegar a ese nivel. Y quiero ser capaz de sentarme y hablarles de baloncesto algún día”.
Y parece que KD lo puede hacer en Oakland y a partir de 2019 en San Francisco, donde se mudarán los Warriors, sin variar su nombre de Golden State. Diferente escenario, misma área, misma esencia. “Todo lo que quiero hacer en mi vida, mientras esté sano, es trabajar en mi juego y disfrutar del juego sin preocuparme por nada más. Este lugar me da eso. Este es el mejor lugar para jugar, para trabajar en mi juego y no preocuparme lo que supuestamente deben preocuparse las superestrellas normales de la NBA”.