Durante el All-Star, a Kevin Durant se le fue la boca.
El alero de los Thunder, preguntado sobre la continuidad de Scott Brooks como entrenador de los Thunder, atacó duramente a los medios con su “no sabéis una mierda”.
Ayer, de nuevo ante los periodistas, se retractó de su salida de tono y mostró arrepentimiento.
“Seamos realistas. Revisemos todo este asunto. Llevo en la liga ocho años. Los medios y yo hemos tenido una gran relación. Y yo dije algunas cosas, dos días seguidos”, señaló Durant. “¿Se me deja estar molesto alguna vez? ¿Y enfadado? ¿No soy humano? Me miráis como si no pudiera decir nada malo. Tuvimos una gran relación durante ocho años y eso sigue siendo así”.
Es cierta esa buena relación que la estrella de Oklahoma ha mantenido con los periodistas y estas palabras podrían devolver el agua a su cauce.
“Tuve un momento así. A todos nos pasa. Simplemente estaba intentando proteger a mis compañeros de equipo, a mi entrenador y a otros jugadores de la liga que siempre están examinados, y eso no me gusta”, añadió Durant.
“Tal vez debí callarme sobre eso. No sé qué significa eso de que mordí la mano que me da de comer. Me gustaría que alguien me lo explique porque vosotros no habéis estado ahí cuando he estado entrenando noche tras noche sin parar desde niño”, siguió el forward. “Voy a tratar de ser honesto con vosotros, pero también respetaros. Cometí un error”.