Los Milwuakee Bucks sellaron el pase a los Playoffs con la victoria en la pasada noche ante los Brooklyn Nets por 73-96.
Después de protagonizar una campaña desastrosa con el peor registro de la NBA (15-67), el equipo de Wisconsin ha dado la vuelta a la situación bajo el liderazgo de Jason Kidd.
El técnico, que logró numerosos reconocimientos como jugador, ha logrado lo que nadie hasta la fecha había conseguido en la NBA: alcanzar los Playoffs en sus dos primeros años como técnico con dos equipos distintos.
Un hecho que dice mucho de la grandeza de Kidd en los banquillos, pero que todavía dice más por su situación en Milwaukee. Cogió las riendas del peor equipo de la competición y lo ha conseguido colocar 6º de la Conferencia Este.
Y todo ello con el culebrón protagonizado por Larry Sanders; la grave lesión de su rookie franquicia, Jabari Parker; y la salida a mitad de temporada de su brújula en la pista, Brandon Knight.
Llegada sorpresa a Milwaukee
Tras anunciar oficialmente su retirada como jugador a los 40 años, Jason Kidd, sin experiencia previa, se comprometía con los Brooklyn Nets para convertirse en su nuevo Entrenador Jefe.
En un proyecto ambicioso y con estrellas de la talla de Deron Williams, Kevin Garnett o Paul Pierce, el entrenador novato tuvo un notable arranque en su nueva andadura en los banquillos.
Kidd logró la clasificación para los Playoffs con un récord de 44-38 y en la 1ª ronda ante los Toronto Raptors dio la campanada llevándose la serie por un ajustado 4-3.
En Semifinales de Conferencia, ante Miami Heat, Kidd y sus pupilos se vieron superados por LeBron James y compañía, y terminaron cediendo por un 4-1.
Pese a que en los Nets se exigía un rendimiento inmediato, no hay que olvidar que era su primera experiencia como técnico y el resultado no había podido ser mejor.
Pero llegó el verano y los rumores acerca de una mala relación con el General Manager Billy King salieron a luz. Y tras varios «tira y afloja» Kidd cerró su salida de la franquicia neoyorquina a principios de julio.
El resto ya es historia. Milwaukee, una franquicia que llegaba de la nada, apostó por Kidd y la juventud de su plantilla. Y después de su primera temporada regular, el fichaje del técnico no ha podido tener un mejor resultado.