La lesión de cadera de Killiam Hayes le tendrá ausente al menos ocho semanas. Así lo han asegurado los Detroit Pistons, que afirman además que el origen de la dolencia es una dislocación parcial de la articulación, lo cual requiere un largo proceso de descanso y rehabilitación pero, por suerte para el jugador y la franquicia, no necesita una intervención quirúrgica, que podría haber puesto fin a su temporada.
El rookie sufrió su lesión en la visita a Milwaukee del pasado 4 de enero, choque que tuvo que abandonar recién arrancada la segunda mitad. No obstante, las pruebas iniciales no permitieron establecer un periodo de recuperación inicial, algo que ha podido por fin definirse, aunque será la revaluación que se le realizará en ocho semanas la que determinará si está apto o no para volver a jugar.
«Lo que de verdad me preocupa es que siga mentalmente conectado» afirmó Dwane Casey. «Tenemos que asegurarnos de que siga unido al equipo». Hayes fue elegido por los Pistons en el puesto número 7 del pasado draft, y en los siete encuentros que pudo disputar promedió 4,6 puntos y 3,6 asistencias en 21 minutos.
(Fotografía de portada: Kevin C. Cox/Getty Images)